Los plásticos están de moda. Aunque el uso de algunos plásticos se remonte al S. XVI a.c. en las culturas mesoamericanas, éstos no se popularizaron hasta 1909, cuando Baekeland desarrolló los primeros plásticos termoestables. Es entonces cuando el plástico se convierte en el material estrella, alcanzando hasta el más recóndito lugar de nuestra sociedad. Pero esto no siempre es positivo, pues aunque los plásticos se convirtieron en el producto estrella del pasado siglo, hoy vemos los devastadores efectos del uso de estos material sobre el medio ambiente.
Desgraciadamente, sus características moleculares presentan una extraordinaria resistencia a la degradación ambiental, y lo que es peor, cuando se degradan, lo hacen en forma de microplásticos.
Índice de contenido:
¿Qué son los microplásticos?
Los microplásticos son pequeñas piezas de plástico que contaminan el medio ambiente.
La Administración Nacional Oceánica Atmosférica (NOAA) utiliza el parámetro de menos de 5 mm de diámetro para clasificarlos.
Éstos proceden de diversas fuentes, en las que se incluyen cosméticos, ropa, artículos de pesca, deshechos plásticos de uso cotidiano y procesos industriales.
Debido a que el plástico no se biodegrada completamente, sino que solo se desintegra en partes más pequeñas, estos microplásticos terminan siendo absorbidos o ingeridos por numerosos organismos, alojándose en sus cuerpos y tejidos, para finalmente dar muerte a los mismos por intoxicación.
Este problema es primordial entre aves marinas, peces, escualos o mamíferos acuáticos, hasta alcanzar a consumidores finales, como el ser humano.
Tipos de microplásticos.
Microplásticos primarios.
Se corresponden con microplásticos fabricados específicamente para ser utilizados en productos de diversa índole, generalmente en la industria cosmética o productos farmacéuticos.
Microplásticos secundarios.
Derivan del proceso de deterioro de desechos plásticos de mayor tamaño. Con el tiempo, las propiedades físicas y biológicas pueden reducir la integridad estructural de los desechos plásticos a un tamaño indetectable a simple vista.
Este proceso de desintegración de material plástico se conoce como <<desintegración>>.
¿De donde salen los microplásticos?
Plantas de tratamiento de aguas residuales.
Las aguas residuales son tratadas en tres fases: física, química y microbiológica. Sin embargo, dado su pequeño tamaño, los microplásticos escapan de los sistemas de filtración del agua y terminan en los océanos y otros cuerpos acuáticos.
El uso indiscriminado y extensivo a nivel global de envases plásticos de alimentos y bebidas, textiles sintéticos, pinturas, productos cosméticos o equipos electrónicos es también uno de los principales contribuyentes a la contaminación por microplástico en el medioambiente y, por tanto, en la cadena alimentaria.
Neumáticos de automóviles y camiones.
El desgaste de los neumáticos contribuye en gran medida al flujo de microplásticos en el medio ambiente.
Industria cosmética.
Numerosas empresas cosméticas han reemplazado ingredientes naturales exfoliantes con microplásticos en forma de microperlas o micro exfoliantes. Estos productos están compuestos típicamente de polietileno, un componente común de plástico, aunque también pueden ser fabricados a partir de polipropileno, tereftalato de polietano o nailon.
Industria textil
Los tejidos sintéticos como la poliamida, nailon, poliéster o acríloco liberan microfibras en cada lavado. Estas fibras de tejido no son filtradas por lavadoras ni depuradoras de agua.
Materiales plásticos.
Numerosos estudios demuestran que el 93% del agua embotellada presenta contaminación microplástica. En estos estudios, los investigadores encontraron un promedio de 325 partículas microplásticas por litro de agua.
En comparación con el agua de los grifos, el agua embotellada en plástico contenía el doble de microplásticos. Estas altas concentraciones podrían explicarse por el proceso de embotellado y envasado del agua.
A nivel mundial, son seis los materiales plásticos más utilizados: polietileno (PE, densidad alta y baja), polipropileno (PP), cloruro de polivinilo (PVC), poliestireno (PS, incluyendo PS expandido o EPS), poliuretano (PUR) y tereftalato de polietileno (PET).
Efectos sobre la cadena trófica.
La cadena trófica describe el proceso de transferencia de sustancias nutritivas a través de las diferentes especies de una comunidad biológica, en la que cada una se alimenta de la precedente y es alimento de la siguiente. Es la corriente de energía y nutrientes que se establece entre las distintas especies de un ecosistema en relación con su nutrición.
La contaminación de la cadena alimentaria con microplásticos ha despertado un gran interés entre consumidores y científicos. Según el programa de Naciones Unidas y Medio Ambiente, cada año se desechan al océano alrededor de 8 millones de toneladas de plástico.
Los microplásticos se están empezando a contemplar como una amenaza en la inocuidad de los alimentos, a pesar de que todavía no se tiene suficiente información al respecto.
Tipos de exposición
Los microplásticos son muy persistentes en el medioambiente y representan una grave amenaza para los organismos marinos y de agua dulce, así como para los humanos que se encuentran al final de la cadena alimentaria.
La ingestión de aguas contaminadas por microplásticos es la principal vía de exposición para diversas especies acuáticas (exposición interna).
Otra vía de acumulación de microplásticos es la exposición externa, al entrar los microplásticos en contacto con las superficies externas del organismo y desplazarse hacia el interior del organismo.
Investigaciones recientes han observado ingestión de microplásticos en peces, bivalvos y crustáceos incluidas especies de importancia comercial. Según la organicación de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en un estudio de 25 especies de peces de importancia comercial se encontró que 11 de ellos contenían microplásticos.
El problema no sólo se ha detectado en productos del mar, sino también en la cerveza, la miel, la sal o el agua mineral.
Posibles efectos adversos
Igual que sucede con otros contaminantes químicos relevantes para la seguridad alimentaria, la acumulación potencial de microplásticos en la cadena alimentaria podría tener efectos adversos en la salud humana, ya que los seres humanos están probablemente muy expuestos a niveles más altos de microplásticos que otras especies.
Estudios realizados en animales confirman efectos adversos como disfunciones en la reproducción de animales marinos provocada por la exposición a microplásticos de poliestireno, disrupción endocrina en peces adultos de agua dulce por ingestión de polietileno o alteración de la expresión de genes en peces machos expuestos a plástico.
En el caso de los efectos sobre la salud humana existe todavía un vacío de conocimiento.
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Referencias.
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