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Nos comen los envases: Semana Europea para la Reducción de Residuos

Si los humanos desapareciéramos, lo único que quedaría de nosotros dentro de miles de años sería nuestra basura. Los residuos son un espejo de lo que consumimos. ¿Te has parado alguna vez a mirar el espejo que hay en tu bolsa de basura? ¿Está tu espejo lleno de envases?

¿Qué es la Semana Europea para la Reducción de Residuos?

La Comisión Europea organiza anualmente la Semana Europea para la Reducción de Residuos (European Week for Waste Reduction, EWWR) durante la segunda quincena de noviembre. El objetivo de este evento es generar conciencia sobre la gestión sostenible de residuos y recursos. Este año se celebra la semana del 18 al 26 de noviembre y el tema son los envases. Con ello, se promueve la realización de acciones propias o que las personas participantes puedan unirse a las acciones creadas por organizaciones o ciudadanos.

Durante todo el año, el plazo de inscripción permanece abierto para el envío de iniciativas. Pueden presentar estas iniciativas de acciones de sensibilización autoridades públicas, asociaciones, ONGs, empresas, instituciones educativas u otro tipo de instituciones y ciudadanos individuales.

Imagen 1. La Semana Europea para la Reducción de Residuos se celebra este año del 18 al 26 de noviembre (EWWR, 2023). Fuente: EWWR.

Estas iniciativas permiten establecer una red europea de colaboración para promover las conocidas 3R: reducción del consumo, la reutilización de productos y materiales, y el reciclaje de residuos. De esta manera, personas de diferentes países pueden realizar una acción conjunta con estos objetivos en común. Otra de las oportunidades es para personas sin formación ambiental, ya que pueden ser parte activa de proyectos mano a mano con profesionales mientras mejoran su conciencia ecológica.

Aquellas acciones más relevantes son premiadas por la organización de la EWWR atendiendo a los siguentes tipos:

  • Administración y organización públicas;
  • Industria de negocios;
  • Asociación/ONG y organismo/organización de interés público;
  • Establecimiento Educativo;
  • Los ciudadanos.

También se otorga un Premio Especial Europeo a la acción que mejor contribuya al espíritu europeo. Por ejemplo, permitiendo la colaboración entre países para la reducción de residuos.

¿Cuál es el origen de este evento?

La Semana Europea para la Reducción de Residuos nació en 2009 como un proyecto LIFE+ financiado por la Unión Europea. La iniciativa surgió de autoridades públicas de toda Europa que unieron fuerzas en la prevención de residuos. Los socios financiadores fueron:

  • ACR+, la Asociación de Ciudades y Regiones para la gestión sostenible de los Recursos;
  • AICA, Asociación Internacional para la Comunicación Ambiental (Italia)
  • ARC, Agencia Catalana de Residuos (Cataluña, España)
  • Bruxelles Environnement/Leefmilieu Brussel (Bélgica)
  • NWMD, la Dirección Nacional de Gestión de Residuos de Hungría
  • ADEME, la Agencia Francesa de Medio Ambiente y Gestión de la Energía
Imagen 2. Los orígenes de la Semana Europea para la Reducción de Residuos (EWWR, 2017). Fuente: EWWR.

Después de cuatro años de éxito, el proyecto recibió financiación adicional hasta 2017. Si te interesa revisar una descripción general del proyecto durante este período, puede consultar el informe de EWWR Layman. Desde 2017, el proyecto ha sido financiado y coordinado por un Comité Directivo.

Después de cuatro años de éxito, el proyecto recibió financiación adicional hasta 2017. Si te interesa revisar una descripción general del proyecto durante este período, puede consultar el informe de EWWR Layman. Desde 2017, el proyecto ha sido financiado y coordinado por un Comité Directivo.

¿Por qué los envases son un problema?

Los envases son residuos que se generan en todos los ámbitos como consecuencia del consumo de productos envasados, desde hogares, comercios, sector servicios, industrias hasta las actividades agrícolas y ganaderas. Aunque si pensamos en residuos nos vienen los plásticos rápidamente a la cabeza, lo cierto es que los envases pueden ser de diferentes materiales: de cartón (cajas), de plástico (botellas, bandejas., etc), de metal (bidones, latas), de madera (cajas que contienen frutas, palets), de vidrio (tarros, envases de bebidas) y multimateriales (brics).

Además de ser clasificados atendiendo al material del que estén compuestos, algunos pueden ser considereados residuos peligrosos. Así ocurre con los residuos de envases de productos fitosanitarios. Por ello, existen sistemas de recuperación de estos residuos, que pueden ser:

  • Sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR). En este sistema se cobra al cliente un déposito y, al entregar el envase, se le devuelve la misma cantidad.
  • Sistema integrado de gestión de residuos de envases y de envases usados (SIG). En este sistema son los agentes económicos implicados los que participan en la recogida de los envases usados y su correcto tratamiento medioambiental.

Según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en el año 2009 se generaron en España 7,4 millones de toneladas de residuos de envases. De ellos, el 21 % fueron de vidrio, el 20% de plástico, el 44% de papel/cartón, el 6% de metal y el 9% de madera. Estas cifras incluyen los residuos de envases domésticos, comerciales e industriales.

Este tipo de residuos de envases se generan en grandes cantidades y su abandono o gestión inadecuada puede afectar al paisaje, al suelo y la vegetación o a los ecosistemas acuáticos. Por otro lado, una mala gestión supone que se está desperdiciando una fuente de materiales (papel, cartón, metales, plásticos y vidrio) que puede volverse a introducir en los procesos de producción. Estas acciones ahorrarían la extracción de nuevas materias primas, reduciendo a su vez el consumo de energía y conservando los recursos naturales existentes.

Si consultamos datos más actuales en las publicaciones oficiales de la Unión Europea, podemos observar hasta qué punto la gestión de los residuos es un asunto importante:

  • En 2020, los 27 miembros de la UE produjeron un total de 79,3 millones de toneladas de residuos de envases. Esto suponen 177 kg por persona en ese año.
  • Los envases representan el 40% del plástico y el 50% del papel consumidos en la UE.
  • Los residuos de envases aumentaros en la UE más de un 20% durante los últimos 10 años, principalmente los envases de un solo uso. Se prevé que aumenten otro 19% hasta 2030. 
  • Los envases causan emisiones de CO2. Se estima que en 2023 estas emisiones alcanzarán los 66 millones de toneladas de CO2.
  • Los envases contribuyen a la contaminación de suelo y tierra, lo que supone la mitad de la basura marina.
  • Durante la última década se ha producido un descenso significativo en la reutilización de los envases, que era una medida clave de prevención.
Imagen 3. Datos sobre el impacto medioambiental de los envases y sus residuos (EWWR, 2023). Fuente: EWWR.

¿Qué pasa con los envases de plástico?

Teniendo en cuenta la previsión de los patrones de consumo, se espera que la demanda de los productos manufacturados que contienen envases y especialmente plásticos, siga aumentando en la mayoría de los sectores. Por otro lado, es probable que la presión del público y los responsables políticos impulse una disminución del volumen de envases de plástico, al sustituirlos por materiales y envases reutilizables.

La razón de ello es que, debido a sus características, el elevado uso del plástico en la actualidad es un problema desde el punto de vista medioambiental. Esto se debe a que, en general, son muy resistentes a la degradación. Esta propiedad puede ser beneficiosa para evitar contaminación cruzada en alimentos, pero supone un problema cuando ese producto plástico acaba en la naturaleza.

Los efectos negativos del uso de envases plásticos van más allá, porque cuando esos plásticos se degradan, lo hacen en forma de microplásticos. Es especialmente relevante el impacto que los microplásticos están produciendo en los océanos. Hasta tal punto que se han llevado a cabo proyectos de ciencia ciudadana o citizen sensing que ayudaron a la justicia a fallar en contra de una empresa petroquímica en Texas por violar la Ley de Aguas de Estados Unidos.

Cabe preguntarse si la solución es reemplazar los plásticos tradicionales por nuevas alternativas biodegradables. En el caso concreto de las bolsas de plástico en España, en 2017 se pusieron en el mercado 10 millones de bolsas de polietileno de alta densidad. Este dato se ha reducido a 3 millones en 2021. En cuando a las bolsas compostables, la cantidad que se han puesto en el mercado ha aumentado de 179 millones (2019) a casi 4000 millones (2021). Estos y otros datos se obtienen del Registro de Productores de Producto (sección bolsas de plástico) y pueden consultarse en este informe interactivo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico

Como indican los datos anteriores, la reducción de algunos tipos de bolsas de plástico es patente. Especialmente las de polietileno, que es uno de los plásticos más comunes, tienen un precio bajo y su fabricación es muy simple. Más de un tercio de los plásticos que se producen son de este material. Es resistente, flexible, fácil de procesar y es la opción más usada para envases y envoltorios. Este plástico es 100% reciclable. Por otra parte, estos envases de plástico de polietileno están siendo sustituidas por otros materiales compostables. 

El término compostable lleva a pensar que pueden ser compostadas en los hogares. Pero lo cierto es que la mayoría de estos plásticos deben ser procesadas en plantas de reciclaje. Las condiciones necesarias para su descomposición no pueden llevarse a cabo en casa.

¿Qué relación tiene con la nueva legislación de envases y residuos en España?

A finales de 2022 se publicó el nuevo real decreto de Envases y Residuos de Envases (RD 1055/2022, de 27 de diciembre). Éste define el nuevo marco jurídico en la materia y que deroga la actual Ley de Envases (Ley 11/1997, de 24 de abril), y su Reglamento de desarrollo y ejecución aprobado por el Real Decreto 782/1998, de 30 de abril.

Tras más de veinte años, se hacía necesaria una revisión de la normativa y adaptarla a los nuevos requerimientos comunitarios. Así, este nuevo real decreto tiene en cuenta el ciclo de vida completo de los envases y residuos. Se trata, por tanto, de una norma que ratifica las políticas hacia una economía circular.

El nuevo real decreto de Envases y Residuos dedica todo un apartado a desarrollar el régimen de responsabilidad ampliada del productor. La responsabilidad ampliada del productor busca trasladar a los productores la responsabilidad sobre los productos que ponen en el mercado. Para ello propone que tengan que asumir la gestión de los residuos que generan. Algunos ejemplos de las obligaciones de carácter general que deben asumir los productores son establecer sistemas de depósito, devolución y retorno, u organizar y financiar la recogida y tratamiento de los residuos de envases de un solo uso.

Los comerciantes y distribuidores también tienen nuevas obligaciones, entre las que se incluyen comercializar productos envasados procedentes de productores que dispongan del número de identificación del productor del Registro de Productores de Productos, o colaborar en la recogida separada de determinados residuos de envases.

Por último, los consumidores de productos envasados también tienen obligaciones y deberán retornar a los comerciantes y distribuidores los envases reutilizables. En el caso de los residuos de envases sujetos al sistema de depósito, devolución y retorno, se deberán entregar en las condiciones de conservación y limpieza definidas por los envasadores. Si los envases están compuestos por diferentes materiales y los componentes del envase se pueden separarse fácilmente, los consumidores deberán separarlos y depositarlos en la fracción o contenedor correspondiente.

Estas obligaciones referidas a productores, comerciantes, distribuidores y consumidores regulan la responsabilidad de cada uno en cuanto a la gestión de productos envasados domésticos y comerciales. Obligaciones similares se han establecido para la gestión de productos envasados industriales.

Conclusión

El concepto de basura no existe en la naturaleza. Hasta tal punto ha perfeccionado la naturaleza la optimización de los recursos a través de ciclos circulares y cerrados que todo es biodegradable. Todo se re-aprovecha, se recicla y reutiliza transformando esa energía para nutrir y alimentar otros ecosistemas. 
Quizás para conseguir la supervivencia del ser humano debamos seguir aprendiendo del mundo natural (este concepto se conoce como biomímesis) y aplicar soluciones basadas en la naturaleza que nos permitan crear un sistema de economía circular realmente eficaz y sostenible.

Artículo editado por Equipo de Microbacterium

Bibliografía

Teresa Díaz

Teresa Díaz

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