¿Alguna vez te han dicho o has dicho que alguien está irritable por las hormonas? ¿Sabes cómo afectan realmente las hormonas ováricas a tu estado de ánimo? ¿O has achacado conductas ajenas a la regla? Y si tu misma tienes la regla, ¿Cuántas veces te ha molestado que te lo digan?
Yo esos comentarios los he oído mil veces, pero no acababa de entender el rechazo a las muletillas “Son las hormonas” o “es que tienes la regla”, cuando yo me sentía totalmente identificada con ellas.
Si todo el mundo las usa y a la vez mucha gente se niega a aceptar esa posibilidad. ¿Es que es real o no? ¿Afectan las hormonas ováricas a las emociones?
Índice de contenido:
El ciclo menstrual.
Existen dos fases de la menstruación: la fase folicular (antes de la ovulación) y lútea (después de la ovulación), con estrógenos y progesterona respectivamente como protagonistas.
Estas hormonas ováricas se generan en los folículos de los ovarios que contienen el óvulo y se regulan mediante un feedback hipotálamo-hipofisario, es decir, las hormonas ováricas llegan al encéfalo.
¿Y en el encéfalo que pasa?
Al final de la fase folicular, antes de la ovulación y la producción de las hormonas ováricas, hay gran cantidad de estrógenos. Según la bibliografía los estrógenos pueden modular la disponibilidad de serotonina. La serotonina es un neurotransmisor conocido por promover la sensación de bienestar y felicidad. Esto explicaría que durante los días centrales del ciclo las personas que menstrúan se sientan más contentas, optimistas y sociables.
¿Cómo aumenta la disponibilidad de serotonina?
1- Los estrógenos aumentan la síntesis de la triptófano-hidroxilasa. La serotonina se sintetiza a partir de triptófano y la triptófano hidroxilasa es una enzima importante en ese proceso.
2- También disminuyen la síntesis del recaptador de monoaminas, que reintroduce en las células la serotonina.
3- Y aumenta la degradación de la MAO, que es una enzima encargada de inactivar el neurotransmisor.
¿Y el bajón premenstrual?
A partir de la ovulación el cuerpo lúteo produce progesterona. La progesterona llega al encéfalo y se puede transformar en un metabolito neuroactivo llamado alopregnanolona. La alopregnanolona actúa como una benzodiacepina, es decir como un ansiolítico (el diazepam que todos conocemos es una benzodiacepina).
Estos fármacos se unen a los receptores GABAérgicos (el principal sistema inhibidor del sistema nervioso) para potenciar la acción inhibidora. Pero en algunos casos no solo hay una sensación de cansancio y somnolencia, sino que también aparecen tristeza, ansiedad e irritabilidad. ¿Por qué?
La propia alopregnanolona, el estrés y la predisposición genética modulan la conformación de los receptores gabaérgicos, que están formados por 5 subunidades.
La subunidad alfa-4 se asocia a una reacción que se llama la “REACCIÓN PARADÓJICA”. Una condición presente en aproximadamente el 6% de la población, el mismo tanto por ciento aproximado de personas que experimentan disforia premenstrual. (aunque dado que la alopregnanolona y el estrés pueden modular esas subunidades también puede explicar los síntomas emocionales propios del síndrome premenstrual)
La reacción paradójica cambia las tornas. Ante una benzodiacepina (o la propia alopregnanolona) el sistema GABAérgico deja de ser inhibitorio y, en consecuencia, se observa una sobreactivación de algunas zonas del sistema nervioso. En concreto de la amígdala.
La sobreactivación de la amígdala es un rasgo presente en la ansiedad y la depresión. Pero no solo eso. Esta sobreestimulación puede aumentar la sensibilidad general a lo que pasa a nuestro alrededor, ya que la amígdala conecta con múltiples zonas del encéfalo y altera el procesamiento del entorno y su significado emocional.
Las hormonas y las emociones: sí, las hormonas ováricas afectan a tu estado de ánimo.
Sí, la regla afecta a las emociones, pero esto no justifica que se puedan menospreciar los sentimientos de nadie ya que son igualmente válidos. Esto debería ser algo a tener en cuenta para reivindicar la incapacidad de nuestra sociedad de albergar la ciclicidad de quienes menstrúan.
Si es tu caso no te frustres si no estás siempre de humor, si no siempre quieres ver a tus amigas, si no tienes la misma líbido o no eres igual de productiva, es normal, aunque si esos síntomas son incapacitantes siempre puedes buscar un profesional que te ayude a gestionar tus emociones.
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