Tal vez hayas oído hablar de la artritis reumatoide, quizá porque algún familiar tuyo lo padezca. Pero por mucho que la hayas escuchado nombrar, ¿sabes realmente en qué consiste esta enfermedad autoinmune? En este artículo veremos cuales son las causas, las fases y la sintomatología de la artritis reumatoide, entre otras cosas. Por lo tanto, te invitamos a que sigas leyendo el artículo.
Índice de contenido:
¿Qué es la artritis reumatoide?
La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune basada en la inflamación crónica de las articulaciones periféricas que generalmente actúa de forma simétrica. La palabra artritis deriva de ‘’artr’’ (articulación) e ‘’-itis’’ (inflamación), y reumatoide significa que afecta al aparato locomotor. El 70 % de los casos se presentan en las articulaciones de las manos y las muñecas.
En España la artritis reumatoide afecta aproximadamente al 0,5 % de la población adulta, con lo cual habrá en total más de 200.000 afectados. Cada año se diagnostican unos 10.000-20.000 nuevos casos.
¿Qué es una enfermedad autoinmune?
Durante este último año hemos oído hablar muchísimo sobre el sistema inmunitario y su importancia, pero a veces, incluso lo que debe de protegernos puede jugarnos malas pasadas. En un estado normal, el sistema inmune reconoce y protege lo propio (a todo nuestro organismo) y ataca y destruye lo que considera extraño (por ejemplo, virus o bacterias). Es cuando nuestro sistema inmune reconoce elementos de nuestro propio cuerpo como extraños cuando se dan las denominadas enfermedades autoinmunes.
Cuando ocurre esto, las células inmunitarias, en vez de protegernos, comienzan a atacar esa parte del organismo reconocida como extraña. A la larga se produce una inflamación, es decir, nuestras células inmunitarias piden refuerzos, y estas, junto con las sustancias que producen, se acumulan en la zona que están atacando. Posteriormente ocurren daños más graves, como la destrucción de esos tejidos u órganos sanos.
La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune, por lo que las células del sistema inmunológico no van a reconocer como propias las células de los tejidos de las articulaciones y las invaden. Estas células inmunitarias producen muchas sustancias, (enzimas, anticuerpos y citocinas) que atacan a la articulación, provocan inflamación y la dañan.
Partes de una articulación
Para entender verdaderamente lo que significa la artritis reumatoide, antes debemos entender un poco sobre la anatomía de las articulaciones.
Las articulaciones están compuestas por dos huesos que nunca llegan a tocarse y permanecen separados por una membrana sinovial que contiene y produce líquido sinovial. La función de este líquido es actuar como un lubricante para evitar que los huesos se desgasten en cada movimiento. Las articulaciones también poseen cartílago, que proporciona protección y actúa como amortiguador de golpes. Tanto el cartílago, como el líquido sinovial y la membrana sinovial están envueltos por una cápsula denominada cápsula articular.
Por lo tanto, debemos imaginar las articulaciones como sistemas de engranajes bien lubricados y protegidos. Cuando estos sistemas son dañados, aparecen los dolores y perdida de movilidad, entre otras muchas cosas.
¿Cuáles son las fases de la artritis reumatoide?
La primera de las fases de la artritis reumatoide comienza con la inflamación de la membrana sinovial produciéndose así una sinovitis. Recordad, el termino «-itis» hace referencia a la inflamación de un tejido.
Con el paso del tiempo, la sinovitis se hace crónica, la membrana sinovial se engrosa y se forma un tejido dañino invasor. Este tejido se denomina pannus, y crece hacia el interior de la articulación.
En las fases avanzadas de la enfermedad, el pannus se introduce en el cartílago e incluso afecta a los extremos óseos de la articulación. Esto, sumado a la acción de los mediadores químicos producidos por las células inmunitarias, acaba por provocar la destrucción del cartílago, erosiones óseas, osteoporosis (pérdida de densidad del tejido óseo). En algunos casos, los huesos de la articulación incluso pueden llegar a fusionarse entre sí, perdiendo por ello la movilidad.
Factores que afectan a la artritis reumatoide
Desgraciadamente, aún no se sabe cuales son exactamente las causas de la artritis reumatoide. Aunque sí son conocidos ciertos factores que afectan a la artritis reumatoide y pueden condicionar su aparición.
Afección por edad y sexo
El sexo y la edad afectan a la artritis reumatoide de manera significativa. Curiosamente, se ha visto que la artritis reumatoide es tres veces más frecuente en mujeres que en hombres y es mucho más habitual en las personas mayores. En ellas, la edad de inicio más frecuente es entre los 40 y 60 años. Aun así, la artritis reumatoide puede aparecer en cualquier período de la vida, sin excluir la infancia ni la adolescencia.
Factores inmunitarios: los anticuerpos
Como ya se mencionó anteriormente, las células inmunitarias tienen un papel fundamental en el desarrollo de esta enfermedad. Algunas de estas células, concretamente los linfocitos B, producen unas sustancias llamadas anticuerpos, que se unen específicamente a estructuras que consideran extrañas al propio organismo para neutralizarlas. Se ha observado que la presencia de unos anticuerpos determinados favorecen la aparición de la enfermedad. Estos anticuerpos se denominan anticuerpos antipéptidos cíclicos citrulinados o anti CCP y están presentes en el 50 % de pacientes con artritis reumatoide.
Los anti-CCP se pueden detectar 10 años antes de que aparezcan los primeros síntomas, por lo que se emplea como criterio diagnóstico por excelencia, junto con otro parámetro conocido como factor reumatoide. Este factor es otro anticuerpo de clase IgM presente en el 80 % de pacientes. Todos estos anticuerpos se denominan autoanticuerpos porque reconocen zonas específicas de las articulaciones. Al unirse a esas zonas, se desencadena una cascada de citocinas que producirá la inflamación y dará comienzo a la enfermedad.
Factores genéticos
Los factores genéticos también son muy importantes. Los antecedentes familiares de la enfermedad, es decir, el hecho de que padres, abuelos, hermanos o familiares cercanos de una persona hayan padecido o padezcan artritis reumatoide constituyen un factor de riesgo a tener en cuenta. No obstante, los factores genéticos sólo son predisponentes y no determinantes. Esto significa que una persona que sea portadora de algún rasgo genético que potencialmente favorezca el desarrollo de la artritis reumatoide no necesariamente acabará desarrollando la enfermedad.
Otros factores
También se han observado otros factores que afectan a la artritis reumatoide, pero estos factores son más genéricos. Entre ellos encontramos las infecciones, las hormonas femeninas, el tabaquismo, el estrés, la obesidad y el tipo de alimentación.
Sintomatología de la artritis reumatoide
La sintomatología de la artritis reumatoide puede ser mucho más compleja que el simple dolor de manos, rodillas o cualquier otra articulación. Las lesiones son provocadas por la inflamación, y no sólo se desarrollan en estos lugares, sino que a menudo afectan a otros órganos y tejidos, como los pulmones, el corazón, la piel y los ojos.
La artritis reumatoide suele evolucionar en forma de brotes sintomáticos. Las articulaciones afectadas se inflaman, duelen y presentan dificultad de movimiento, así como cierto grado de rigidez. El dolor suele durar todo el día, aunque tiende a intensificarse durante la noche y con el reposo. Suena a molesto, ¿Verdad?
En cuanto a la rigidez, suele ser generalizada, es más intensa al levantarse y suele durar más de media hora. Además, son frecuentes los síntomas generales, como fiebre ligera, malestar, cansancio, pérdida del apetito, ardor, hipersensibilidad, nódulos bajo la piel y pérdida de peso corporal.
Con esto concluimos que la sintomatología de la artritis reumatoide es más complicada de lo que pensábamos.
Tratamiento
Aún no se dispone de una cura para esta enfermedad, por lo que el tratamiento de la artritis reumatoide está dirigido a aliviar los síntomas y mejorar el pronóstico. Esto supone un impacto muy positivo en la calidad de vida de los afectados. Este tratamiento está relacionadas con el estilo de vida, el tipo de dieta, el reposo y el ejercicio. Suelen estar acompañadas por una terapia farmacológica como los antiinflamatorios, analgésicos y corticosteroides. Además, en algunos casos, se indica la aplicación de determinadas intervenciones quirúrgicas.
Los mejores resultados terapéuticos se consiguen cuando se procede a un diagnóstico precoz y se establece el tratamiento en las fases iniciales de la enfermedad.
Algunos tratamientos más actuales se basan en la comprensión de los mecanismos de la artritis,. La terapia anti-citocina que detiene la función de las citocinas que causan la inflamación es el más usado hasta ahora. Aún así esto no supone una cura total para la enfermedad.
Espero que ahora puedas entender un poco por lo que están pasando todas aquellas personas con esta enfermedad tan característica, para así mostrarles un poco más de empatía.
Y tú, ¿Ya conocías la artritis reumatoide? ¿Te ha gustado el post? Espero que hayas podido aprender cómo es el proceso de desarrollo y los síntomas de esta enfermedad autoinmune y que sigas disfrutando de todo el contenido del blog.