Hoy, 29 de octubre de 2021, con motivo del Día Internacional de la Psoriasis, te quiero hablar sobre esta enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo. A pesar de ser bastante común, aún existen muchos mitos y falta de información sobre lo que conlleva ser paciente con psoriasis. Quizá estés aquí porque tú mismo la sufres, o bien tienes a alguien cercano que la padece. En cualquier caso, con este artículo exploraremos los puntos clave que se conocen sobre esta enfermedad, y también apuntaremos algunas de las preguntas que aún quedan por resolver.
Índice de contenido:
¿Qué es y quién la padece?
Empecemos por el principio: la psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, es decir, una alteración del sistema inmunitario que afecta directamente a la piel y que tiene larga duración (más de 6 meses). Afecta a unos 125 millones de personas en todo el mundo (¡que no es poco!), y en España la sufre alrededor del 2% de la población. Debido al impacto que esta enfermedad genera en la población, la Organización Mundial de la Salud realizó un informe global en 2016 con el objetivo de acercar información sobre la psoriasis a la sociedad.
Es curioso ver que la distribución geográfica de la psoriasis no es uniforme, siendo más común en el centro-este y norte de Europa (principalmente Escandinavia), Australia y Estados Unidos. En cambio, afecta por igual a hombres y mujeres y puede debutar a cualquier edad: dependiendo del tipo de psoriasis, será más común en la infancia o en adultos, apareciendo en distintos brotes a los largo del tiempo.
¿Cuál es su causa?
Esta es una de las «preguntas del millón». A día de hoy no existe un factor concreto que se identifique como causa de la enfermedad. Sí se sabe que existe cierta predisposición genética, cuando la persona presenta algunas variantes de genes relacionados con el sistema inmunitario, aunque se puede tener el gen y no desarrollar nunca la enfermedad o viceversa.
Por otro lado, existen factores ambientales que influyen y favorecen el desarrollo de psoriasis. Entre ellos cabe destacar algunas infecciones (la más estudiada es la faringoamigdalitis causada por Streptococcus pyogenes), ciertos fármacos (principalmente el litio, utilizado como anti-maníaco/depresivo, y los beta-bloqueantes, indicados para reducir la presión arterial), el abuso del tabaco y/o alcohol, las quemaduras solares u otras heridas en la piel, y el estrés.
Lo que sí está claro es que, sea cual sea el desencadenante, la psoriasis se genera por una sobre-activación de la respuesta inflamatoria que lleva a que se acelere el ritmo de renovación de la piel. En la piel normal, los queratinocitos, que son las células de la capa más externa, se dividen continuamente para ir renovando el tejido, con un ritmo habitual de unos 25-30 días. En la piel psoriática, estas células se dividen más rápido de lo normal y este proceso se acorta a unos 4-7 días. Como resultado se produce la descamación y el enrojecimiento típicos de la piel de los pacientes con psoriasis.
Pongamos «cara» a la psoriasis
Existen varios tipos de psoriasis, más o menos comunes, clasificados principalmente por cómo son las lesiones en la piel (ver imagen a continuación). Estos tipos no son excluyentes, en una misma persona pueden darse más de una forma de psoriasis a la vez o, con el tiempo, un tipo puede evolucionar en otro.
Veamos las principales características de cada uno de ellos:
- Psoriasis en placa: es la forma clásica de psoriasis (más de un 80% de los casos), también conocida como psoriasis vulgaris o psoriasis a secas. Se presenta como lesiones abultadas de piel descamada y de tamaño variable que suelen aparecer de manera simétrica en las rodillas, los codos, el cuero cabelludo y/o el torso.
- Psoriasis invertida: aparece en los pliegues de la piel (ingles, axilas, bajo el pecho, etc.) y suele coexistir con otros tipos de psoriasis. En este caso, al encontrarse en zonas más húmedas, las lesiones no tienen la descamación típica de las placas y aparecen más enrojecidas.
- Psoriasis en gotas: como su propio nombre indica, son pequeñas lesiones con forma redondeada que suelen aparecer en las extremidades o el torso (raramente en la cara o el cuero cabelludo). En algunos casos, la enfermedad desaparece tras un brote y no vuelve a aparecer, mientras que en otros evoluciona a la forma en placas y se cronifica.
- Psoriasis pustulosa: en este caso las lesiones están llenas de pus e inflamadas. Se distinguen dos tipos: la generalizada, que afecta a grandes áreas corporales, y la palmoplantar, más localizada en las palmas de las manos y plantas de los pies.
- Psoriasis eritrodérmica: se presenta como una erupción intensa con descamación de grandes capas de piel, pudiendo afectar prácticamente a todo el cuerpo. Es la forma más grave de la enfermedad y, por suerte, la menos común de todas.
Más allá de la piel
Es evidente que lo que más llama la atención de una persona con psoriasis son las heridas y lesiones que presentan. Sin embargo, a pesar de ser una enfermedad dermatológica, la psoriasis afecta a la persona que la sufre en muchos otros aspectos que, al ser menos visibles, también están menos reconocidos por la sociedad en general. Digamos que el paciente con psoriasis es como un iceberg, y si nos quedamos solo con lo que vemos en la superficie, su piel, nos estamos perdiendo el grueso del asunto.
Numerosos estudios han demostrado que la calidad de vida de las personas que sufren psoriasis se ve disminuida por diferentes factores. Las propias lesiones pueden impedir la actividad o trabajo normal en el día a día, por ejemplo si afecta a manos y/o pies de forma importante. También, y quizá por la falta de información en general, muchas personas con psoriasis sienten vergüenza de enseñar sus lesiones por miedo al rechazo social, lo que les ocasiona un mayor estrés que no ayuda en absoluto a la enfermedad.
En este sentido, uno de los mitos alrededor de la psoriasis es que pueda ser contagiosa, algo muy lejos de la realidad. No te contagiarás de psoriasis por estar en contacto con una persona que la sufre. Este pensamiento equivocado puede llevar a un rechazo hacia las personas con psoriasis al ver sus heridas, lo que favorece que los pacientes se encierren en sí mismos o puedan sentirse inseguros en ambientes sociales. Este hecho, sumado a la dificultad y el desgaste que supone vivir con esta enfermedad crónica, hace que las personas con psoriasis sean más propensas a sufrir trastornos depresivos.
Además, es importante saber que las personas con psoriasis tienen más riesgo a padecer otras enfermedades. Por ejemplo, alrededor del 30% de personas con psoriasis crónica sufren afectación de las articulaciones, conocida como artritis psoriática. Es importante resaltar que, en los casos más severos, puede llegar a inhabilitar a la persona. También existe una asociación entre la psoriasis y la enfermedad de Crohn, causada por inflamación del intestino, mayor riesgo cardiovascular y de alteraciones metabólicas, como la obesidad, la diabetes o el hígado graso no alcohólico.
¿Y la cura para cuándo?
Aunque lo cierto es que no existe una cura milagrosa, las posibilidades de tratamiento en la actualidad son muy amplias y variadas. Dependiendo de la severidad, la localización, la extensión de las lesiones en la piel y el número de brotes que se presentan, cada paciente deberá seguir el tratamiento propuesto por el especialista. ¡Siempre consulta con tu dermatólogo!
En líneas generales existen tratamientos tópicos o superficiales, que se aplican directamente sobre la piel para una acción localizada, y tratamientos sistémicos (que afectan a todo el organismo), que van desde comprimidos que la persona toma bajo prescripción médica a otros fármacos que se aplican en el hospital directamente. También se recurre a la fototerapia, ya que la exposición solar ayuda a mejorar las lesiones, ¡pero siempre de forma controlada! Al ser una enfermedad que aparece por brotes, es común que el tratamiento vaya variando con el tiempo y es fundamental la constancia para que sean efectivos.
Paralelamente al tratamiento que se realice, siempre es recomendable seguir unas pautas para disminuir los factores de riesgo ambientales, incluyendo una alimentación sana y equilibrada, evitar fumar y el consumo de bebidas alcohólicas, y realizar actividad física con regularidad. También es importante aprender a gestionar el estrés, ya que tiene un impacto negativo directo sobre la aparición de brotes de la enfermedad.
Además, como hemos visto que existen otras patologías asociadas a la psoriasis, es importante que se realice una valoración integral del paciente. Esto supone un trabajo conjunto entre especialidades para hacer seguimiento no solo de la piel, sino también de la afectación de articulaciones, sistema cardiovascular, etc.
Conclusiones
La psoriasis es una enfermedad muy común, no contagiosa y que afecta de manera importante a las personas más allá de la piel. Como en otras enfermedades crónicas, las personas afectadas deben aprender a convivir con ella y esto requiere bastante compromiso a la hora de seguir el tratamiento, ya que lograr resultados puede llevar mucho tiempo. La paciencia y la confianza en los profesionales sanitarios es fundamental, aunque sea difícil de mantener en momentos en los que el dolor, el picor o el malestar general causado por las lesiones sea insoportable.
Personalmente animo a todas las personas afectadas con psoriasis a estar informadas y explicar su situación a aquellos que les rodean. La comprensión por parte de la sociedad puede ayudar a hacer algo más llevadero el día a día a quienes la sufren. En los últimos años hemos visto como numerosos personajes públicos han reconocido padecer esta enfermedad, ayudando a dar visibilidad a una realidad que afecta a muchas personas. ¿Sabías que Kim Kardashian, Cameron Diaz, Britney Spears o Cara Delevingne padecen psoriasis? También la sufren la periodista española Ana García Lozano y la cantante Soraya Arnelas.
Y tú, ¿conocías esta enfermedad? ¿Sabías todas las implicaciones que conlleva? Me encantará leerte en comentarios y poder recoger tu opinión si eres una de las personas con psoriasis.
Webs de interés
Para terminar, te dejo algunas webs con recursos para pacientes y familiares. En ellas se puede encontrar información detallada sobre los tipos de lesiones, los tratamientos, consejos prácticos para el día a día y testimonios de otras personas que están en la misma situación.
- Acción psoriasis: Asociación de Pacientes con Psoriasis, Artritis Psoriática y Familiares. Es una web muy completa que ofrece información actualizada y contrastada, consejos, podcasts y vídeos explicativos y artículos de temas de actualidad e interés para pacientes, todo en español.
- Psoriasis en red: como la anterior, es una asociación española de pacientes afectados. Presenta testimonios interesantes de pacientes con psoriasis y profesionales sanitarios.
- Psoriasis, más allá de la piel: web creada por Janssen con infografías y datos de interés sobre la enfermedad y sus tratamientos.
- National Psoriasis Foundation: es una institución americana. En su web ofrece información dirigida tanto a pacientes como a médicos e investigadores, sólo en inglés.
Artículo editado por Jordi Badia.
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Bibliografía
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- World Health Organization. Global report on psoriasis [Internet]. 2016. p. 1–26
- Parisi R, Iskandar I Y K, Kontopantelis E, Augustin M, Griffiths C E M, Ashcroft D M et al. National, regional, and worldwide epidemiology of psoriasis: systematic analysis and modelling study BMJ 2020; 369 :m1590 doi:10.1136/bmj.m1590
- Szczerkowska-Dobosz, A., Krasowska, D., Bartosińska, J., Stawczyk-Macieja, M., Walczak, A., Owczarczyk-Saczonek, A., Reich, A., Batycka-Baran, A., Czajkowski, R., Dobrucki, I. T., Dobrucki, L. W., Górecka-Sokołowska, M., Janaszak-Jasiecka, A., Kalinowski, L., Nowicki, R. J., Płoska, A., Purzycka-Bohdan, D., Radulska, A., Reszka, E., Samotij, D., … Nedoszytko, B. (2020). Pathogenesis of psoriasis in the «omic» era. Part IV. Epidemiology, genetics, immunopathogenesis, clinical manifestation and treatment of psoriatic arthritis. Postepy dermatologii i alergologii, 37(5), 625–634. https://doi.org/10.5114/ada.2020.100478