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La importancia del sueño

Jaime Mulero Franco

Jaime Mulero Franco

Los sueños siempre han despertado mucha curiosidad sin embargo, ¿qué se sabe realmente sobre ellos y por qué son importantes desde un punto de vista fisiológico?

Tradicionalmente, a los sueños se les ha asignado un valor dentro de las sociedades. De hecho, poblaciones antiguas como las mesopotámicas del año 3100 a. C. ya otorgaban a los sueños una interpretación divina. En años más recientes, concretamente en el siglo XIX, Sigmund Freud trató de interpretar los sueños como deseos reprimidos del inconsciente que se pueden expresar durante el sueño. Sin embargo, ¿por qué nacen los sueños? ¿por qué es necesario dormir y cómo se induce el sueño?

Son muchas las preguntas que surgen de un tema tan amplio como el que se va a tratar. En este artículo, intentaremos explicar desde un punto de vista evolutivo, anatómico y fisiológico por qué existen estos procesos y la importancia de ellos.

¿Por qué es importante dormir?

Existen varias funciones que se encuentran asociadas al sueño, como la regulación térmica, endocrina… Sin embargo, destacan dos de ellas debido a su importancia. Estas funciones son:

1.- Consolidación de la memoria. Este proceso se define como la transformación de la memoria de corto a largo plazo. Se basa en un mecanismo muy complejo que fortalece las uniones entre neuronas (sinapsis) mediante cambios a nivel celular y molecular que alteran la composición y fuerza de dichas conexiones. De esta forma, se pueden consolidar las sinapsis neuronales, y la memoria a corto plazo aprendida se transformaría en memoria a largo plazo.

Estudios recientes sugieren que, durante el sueño, se activan las mismas conexiones neuronales y en el mismo orden en el que ocurre durante los procesos de aprendizaje. Se cree que el hecho de que se activen las mismas neuronas y en un orden similar no es trivial, sino que este proceso generaría la reactivación y el fortalecimiento de cierta información aprendida durante el día. Todo ello, permitiría la consolidación de estas uniones sinápticas, generando la transformación de memoria de corto a largo plazo.

2.-  Eliminación de desechos. A lo largo del día, debido a la alta actividad neuronal, se generan una serie de desechos en los intersticios del cerebro. Entre los residuos más destacables están los beta amiloides, los cuales pueden provocar la muerte de las neuronas y desencadenar la enfermedad de Alzheimer si se acumulan de manera abundante.

Durante el día, se produce una corriente glinfática debido a dos tipos celulares encontrados en el cerebro:

  • Ependimocitos: se encargan de generar y transportar el líquido cefalorraquídeo que se encuentra en el cerebro.
  • Atrocitos: Este tipo celular tiene numerosas funciones, sin embargo una de las más importantes es regular el paso de sustancias desde el cerebro hasta la sangre y viceversa.

Gracias a esta corriente generada por ependimocitos y astrocitos, los desechos producidos pueden fluir desde el interior del cerebro a la sangre para ser eliminados.

Se cree que esta corriente producida durante el día no es suficiente para eliminar todas las sustancias de desecho generadas por la actividad neuronal. Por ello, durante la noche, se aumenta el transporte del líquido cefalorraquídeo en un 60%, pudiendo eliminar todos los residuos producidos en el estado de vigilia y restaurando la actividad cerebral.

Figura 2: Los ependimocitos y astrocitos generan la corriente glinfática permitiendo detoxificar el cerebro. Si existen patologías asociadas al sueño, esta corriente será menor y se acumularán desechos como los beta amiloides, desencadenantes del Alzheimer.

Fases del sueño

Los ritmos circadianos se definen como cambios físicos o conductuales que siguen un ciclo de 24 horas, basándose en los ciclos de luz/oscuridad y, por lo tanto, de vigilia/sueño. Todo este proceso se encuentra altamente regulado por el sistema nervioso central y más específicamente, por el hipotálamo y la glándula pineal.

La fase de sueño comienza con la secreción de melatonina por la glándula pineal, induciendo los ciclos del sueño que incluyen desde la fase más ligera hasta la más profunda. El conjunto de estas fases constituye un ciclo de sueño completo, que dura normalmente en torno a 90 minutos. Estas fases son:

1.- Fase no REM: esta etapa se caracteriza porque los ojos se mueven lentamente y la actividad muscular se encuentra reducida. A su vez, la fase no REM se divide en 4 fases:

  • Fase I: constituye el 5% del ciclo y es la más ligera de todo el sueño. Esta fase se define por ser la transición de la vigilia al sueño, por lo que aún se conserva la consciencia y la respuesta a estímulos externos. Se caracteriza porque se empieza a reducir la actividad fisiológica, es decir, disminuyen las constantes vitales y la actividad muscular.
  • Fase II: constituye el 50% del ciclo. En esta etapa, empieza la desconexión con el medio externo y se incrementan la relajación muscular y la disminución de la actividad fisiológica para poder entrar a las fases III y IV, que son las de sueño profundo.
  • Fases III y IV: constituyen el 20% del ciclo. Estas etapas se definen porque existe una total desconexión con el medio externo, que permite que no nos despertemos. Además, en esta fase hay una gran restauración de la actividad neuronal y es importante para la consolidación de la memoria. Trastornos del sueño como el sonambulismo se producen en esta etapa.

2.- Fase REM: constituye el 25% del ciclo. Esta etapa se caracteriza porque se incrementa la actividad fisiológica (ritmo cardiaco y respiratorio), además de que los ojos se mueven rápidamente y los músculos se encuentran paralizados. Es la fase en la que se producen los sueños y se piensa que también es una de las fases más importantes para la consolidación de la memoria.

Esquema representativo de las fases del sueño y sus características
Figura 3: Esquema representativo de las fases del sueño y sus características.

¿Por qué se producen los sueños?

Aún a día de hoy, la razón y el mecanismo por los cuales se producen los sueños siguen suponiendo un reto. Evolutivamente, no se sabe la razón exacta por la que pudieron aparecer los sueños; sin embargo, se piensa que están relacionados con la consolidación de la memoria y el análisis de recuerdos. Además, se cree que pueden tener un cierto componente emocional, reduciendo el impacto de traumas sufridos durante la vigilia.

Piedra mesopotámica tallada con interpretaciones divinas de los sueños.
Figura 1: Piedra mesopotámica tallada con interpretaciones divinas de los sueños. Desde civilizaciones muy antiguas se ha intentado y explicar el significado y por qué se producen los sueños. Imagen obtenida de https://rincondelpasado.wordpress.com/2015/10/17/los-suenos-premonitorios-en-mesopotamia-contacto-con-los-dioses/

Francesca Siclari, mediante un estudio del sueño que llevó a cabo en el Hospital Universitario de Louisiana, pudo dilucidar las áreas del cerebro que se activan mientras soñamos. Su grupo de investigación comprobó que el área cortical posterior, zona que integra toda la información de los sentidos, se activaba cuando el paciente se encontraba soñando. Además, también lo hacía la amígdala, la cual se encuentra muy relacionada con las emociones, sobre todo cuando se producen pesadillas. Por lo tanto, sugirieron que las áreas de integración de las emociones y sentidos se activan para producir el sueño. Estas observaciones dieron pie a preguntarse por qué sólo en algunas ocasiones recordamos los sueños.

Los últimos estudios apuntan que la hormona que induce el sueño (melatonina) es capaz de inhibir la actividad del hipocampo, el cual forma la memoria a corto plazo; por lo tanto, no se podrían recordar los sueños. Sin embargo, cuando nos despertamos al final de la fase REM, la actividad vuelve a normalizarse y, en ese momento, tanto el hipocampo como la corteza prefrontal se activan. Aunque no está comprobado, este hecho podría explicar por qué recordamos los sueños.

Patologías asociadas al sueño

Aparte del interés que siempre ha despertado, conocer sobre este proceso fisiológico es muy importante porque existen patologías asociadas a él. Como normalmente ocurre en la biología, procesos cruciales, como es el sueño, están altamente regulados. Por ello, cualquier desregulación en ellos puede generar una patología. Si bien existen numerosas patologías asociadas al sueño, en este artículo se explicarán dos debido a su relevancia. Éstas son:

1.- Narcolepsia: esta enfermedad se caracteriza porque los pacientes presentan somnolencia continua y ataques de sueño repentinos. Esto se debe a que estos pacientes comienzan sus ciclos de sueño directamente en fase REM, saltándose todas las demás fases y provocando estos ataques repentinos característicos. Aunque no se sabe exactamente la causa, se piensa que es por la deficiencia de una hormona, denominada hipocretina, que es clave para la regulación de la fase REM.

2.- Apnea del sueño: esta patología se caracteriza porque existe una obstrucción de las vías aéreas debido a la relajación de los músculos de la zona posterior de la garganta. Esto genera una falta de oxígeno que es detectada por el cerebro, lo que hace que el paciente se despierte. Normalmente, ocurre unas 30 veces por noche, lo que impide que el individuo alcance las fases de sueño profundo y reparador.

Conclusión

Desde hace unos años, la importancia que desempeña el sueño y el tiempo dedicado a dormir ha ido disminuyendo. Cada vez es más común el uso de bebidas energéticas que son capaces de compensar temporalmente el haber dormido mal. Sin embargo, como se ha tratado de exponer en este artículo, el sueño es un proceso fisiológico muy importante y tener un descanso correcto es clave en procesos como la consolidación de la memoria y la restauración de la actividad neuronal. Por ello, cabe destacar la importancia de aumentar las investigaciones sobre este proceso fisiológico y cuidar los hábitos para poder extraerle el mayor beneficio.

Artículo editado por Araceli Martín Illana

Bibliografía

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5.- Siclari, F., LaRocque, J.J., Bernardi, G., Postle, B.R. & Tononi, G. (2014). The neural correlates of consciousness in sleep: A no-task, within-state paradigm. bioRxiv, 012443. doi: 10.1101/012443

6.- Siclari, F. (2020). Sleep: The Sensory Disconnection of Dreams. Current Biology, 30:(14), R826-R828. doi: 10.1016/j.cub.2020.05.060

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