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Microorganismos en nuestro edificio: Importancia del microbioma y los microorganismos beneficiosos.

Jesús Arcedo

Jesús Arcedo

Biólogo amante de la vida bajo el microscopio. Desde pequeño con un libro y un ordenador en la mano, me encanta creer y compartir todo lo que sé.

En nuestro día a día convivimos con diferentes seres vivos. Las personas a nuestro alrededor, nuestras mascotas e incluso las plantas que nos rodean. Sin embargo, poco se habla de los seres vivos que más presentes están en nuestro entorno: los microorganismos. A pesar de no ser visibles al ojo humano, los organismos microscópicos abundan en todos los ambientes, incluyendo nuestros edificios y muchos de ellos son microorganismos beneficiosos para el ser humano. Hoy vamos a hablar de los microbiomas del entorno construido y cómo pueden afectarnos a nosotros, a nuestra microbiota humana y a nuestra salud.

Microbioma del entorno construido

El concepto de microbioma hace referencia al conjunto de genes microbianos que se encuentran en un ambiente. Básicamente, se refiere a los microorganismos que se encuentran en un entorno. El microbioma del entorno construido o MoBE (sus siglas del inglés Microbiome of the Built Environment) es, por tanto, el conjunto de organismos microbianos que existe dentro de los edificios, ya sean microorganismos beneficiosos o perjudiciales para nuestra salud.

Antes de meternos más en profundidad en el tema, es importante recordar que nosotros mismos estamos colonizados por multitud de microorganismos beneficiosos, que forman lo que conocemos como microbiota. Esta ha resultado ser de gran importancia para nuestra salud, podéis aprender más sobre ella en el siguiente artículo.

Existe una relación entre la microbiota humana y el microbioma del entorno construido. Hoy en día, sabemos que el microbioma puede condicionar la microbiota de las personas que se encuentran en un edificio y viceversa. Cada persona posee una nube microbiana propia que incluye taxones asociados a humanos y que varía en función de diferentes aspectos. Por ejemplo, en un experimento se encontró que la única sujeto mujer poseía una nube muy asociada con la especie Lactobacillus crispatus, una bacteria dominante en vaginas sanas.

Las interacciones entre las comunidades microbianas, los humanos y el entorno de los edificios son complejas. Existen factores como la microbiota de los propios ocupantes, su comportamiento e incluso características más asociadas a los edificios como la calefacción, la ventilación o los materiales utilizados en su construcción. Todo esto puede hacer variar el microbioma del entorno.

Construcciones y salud

El entorno construido es el hábitat principal de una gran cantidad de microorganismos. Factores como el clima, los materiales y el diseño tienen un papel importante en su selección y crecimiento. Algunos de estos microorganismos pueden afectar negativamente a nuestra salud y otros son microorganismos beneficiosos para el ser humano. Por esto mismo, el estudio del microbioma del entorno construido no está dirigido solo por microbiólogos, sino también por arquitectos y diseñadores de interiores. Varios arquitectos del nivel de Le Corbusier y Tony Garnier consideraban a los edificios como máquinas de salud, preocupándose de que sus diseños fueran favorables para la salud. Algunos de los aspectos de diseño que influyen en el microbioma son:

  • Luz. Tiene varios efectos conocidos sobre los seres vivos, sobre todo en el rango del ultravioleta. Se han demostrado los efectos moduladores de la luz solar en edificios, por lo que colocar ventanas suficientes es un factor a tener en cuenta a la hora de diseñarlos. En unos experimentos realizados en 2018 se vieron diferencias significativas entre las comunidades microbianas expuestas a luz con respecto a aquellas que se mantenían en oscuridad. Se observó que había menor abundancia y variabilidad de especies de bacterias en presencia de luz. Además, bajo los efectos de la luz desaparecían algunos géneros como Saccharopolyspora, asociado con enfermedades respiratorias1.
  • Ventilación. Es uno de los factores más importantes a la hora de controlar el microbioma, ya que los microorganismos utilizan estos sistemas para moverse por los edificios. Una buena ventilación puede reducir la concentración de patógenos en el aire. Bajas tasas de ventilación se han asociado con la acumulación de microorganismos y, en lugares muy ocupados, mayores concentraciones de dióxido de carbono.
  • Redes de fontanería. Pese a lo que pueda creerse, no son completamente estériles. En ellas existen comunidades de microorganismos adaptados a estos ambientes, que conviven ayudándose unos a otros. Un ejemplo de esto serían las amebas patogénicas de vida libre que ayudan a la proliferación de otros patógenos, como Legionella pneumophila.

¿Es posible utilizar el microbioma del entorno construido para mejorar nuestra salud? Microorganismos beneficiosos

Tenemos una tendencia errónea a pensar que todos los microorganismos son perjudiciales para nuestra salud. Sin embargo, la importancia del microbioma es crucial en cuestiones como el correcto desarrollo del sistema inmune. Si bien hay que evitar en la medida de la posible un microbioma lleno de patógenos, la esterilidad total tampoco es la solución y que existen también microorganismos beneficiosos.

¿Podríamos beneficiarnos del microbioma de nuestro entorno? La respuesta es sí. Por ejemplo, modificando las comunidades de microbios en las redes de fontanería para favorecer el crecimiento de microorganismos beneficiosos para nosotros e impedir el desarrollo de patógenos. Podría inocularse el agua con estas bacterias beneficiosas para que compitan con las patógenas y acabar desplazándolas de este ambiente. Sería también posible inocular bacteriocinas (toxinas bacterianas que inhiben el crecimiento de otras bacterias similares) o bacteriófagos, que regulan el número de bacterias en la naturaleza.

Por otra parte, ¿Son los ambientes estériles los mejores para nuestra salud? No del todo. La hipótesis de la higiene establece que la exposición a microorganismos beneficiosos y sus productos es muy positiva para protegernos frente alergias. Esto se ha estudiado mucho en cuanto al microbioma del entorno construido, viéndose resultados positivos en la exposición a microorganismos beneficiosos como los lipopolisacáridos del polvo (componente de la membrana externa de las bacterias Gram negativas), ácido murámico (procedente de la pared celular de las bacterias) y ergosterol (de la pared celular de hongos).

Un caso muy llamativo es el de un estudio que demostró que la exposición a perros durante los primeros años de vida protege contra las alergias, en experimentos con ratones. Se vio que en estos ratones expuestos a polvo de casas con perros, la bacteria Lactobacillus johnsonii era muy abundante en su microbiota. Esta bacteria lleva a una protección debido a una disminución de los linfocitos T activados y de los niveles de inmunoglobulina E, que es la asociada con la alergia. Aunque no se traten directamente de microorganismos beneficiosos, la exposición a estas bacterias limita el desarrollo de algunas alergias teniendo un impacto positivo en nuestra salud.

Conclusiones y perspectivas de futuro

El microbioma es un área de estudio aún poco conocida, que tiene una gran potencialidad futura. Por extraño que parezca muchos de los organismos que la constituyen son microorganismos beneficiosos para ser ser humano. La construcción de edificios más sanos, con diseños que nos acerquen más a la naturaleza, será un punto importante de nuestro desarrollo como sociedad. En la actualidad, ya se han introducido elementos en el diseño de edificios con esta finalidad como son los muros vegetales y los jardines verticales. Existen ejemplos de construcciones que siguen el denominado diseño verde como el Bosco Verticale en Milán, el One Central Park de Sídney o el Museo de Historia Natural de Shanghái.

microorganismos beneficiosos
Bosco Verticale en Milán, Italia. Estas construcciones contienen más de 2000 especies vegetales en sus fachadas.

Conforme aumente al estudio y avance el conocimiento sobre este tema, conseguiremos entender mejor nuestra co-evolución con los microorganismos, acercarnos a la naturaleza y, de esta forma, mejorar en numerosos aspectos nuestra salud.

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Bibliografía

  1. Fahimipour, A.K., Hartmann, E.M., Siemens, A., Kline, J., Levin, D.A., Wilson, H., Betancourt Roman, C.M., Brown, G., Fretz, M., Northcutt, D., Siemens, K.N., Huttenhower, C.,  Green, J.L., Van Den Wymelenberg, K. (2018). Daylight exposure modulates bacterial  communities associated with household dust. Microbiome 6:175. DOI: 10.1186/s40168- 018-0559-4. 

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