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El ecosistema más grande del mundo: Las comunidades de los fondos abisales

Pablo Colombo Mondéjar

Pablo Colombo Mondéjar

Graduado en Biología, especializado en Ecología y apasionado de la naturaleza y su complejidad. La divulgación para dar a conocer el mundo que nos rodea.

¿Qué son los fondos abisales y por qué son tan interesantes? ¿Cómo crees que es la vida en los mismos? ¿Crees que existe una gran biodiversidad en un sitio donde escasea la luz y la comida? ¿Qué adaptaciones debe tener un animal para sobrevivir en un sitio así? Si te intrigan estas y otras preguntas relacionadas con el ecosistema más grande del mundo, los fondos abisales, una zona que parece sacada de una película de ciencia ficción, te invito a que leas este artículo y descubras muchas cosas sobre este mundo casi desconocido.

Los fondos abisales

El fondo abisal es la zona que comienza a partir de los 4000 metros de profundidad, y llega hasta aproximadamente los 6000 metros. Se trata de la mayor parte del Océanos, pues la misma conforma más del 70% de los ecosistemas del mismo.  

Los fondos abisales son la mayor parte de los océanos, formando hasta el 70% de los mismos.
Esquema de las zonas en las que se dividen las aguas de los océanos (Imagen de Wikipedia).

Como puedes imaginar los fondos abisales se caracterizan por la ausencia de luz, así que la oscuridad es absoluta. Esta ausencia de luz implica que tampoco llega la energía térmica del Sol por lo que la temperatura es muy baja (0-4ºC) y, por último, la presión allí es muy elevada.  

Leyendo hasta aquí quizá pienses «las comunidades de los fondos abisales serán pocas y pequeñas ya que las condiciones de luz, temperatura y presión son horrorosas y las de nutrientes no pueden ser mucho mejor». Ese es un pensamiento lógico, si poco tengo arriba, menos cabe esperar que tenga abajo. Pero aun así, aquí hay vida y mucha biodiversidad, y es que los seres vivos siempre son capaces de adaptarse a las peores condiciones. 

Las comunidades de los fondos abisales 

Las bases de las comunidades de los fondos abisales no pueden ser organismos fotoproductores, ya que no hay luz y sin ella estos seres vivos nada pueden hacer. Así que aquí la base, o mejor dicho, las bases son otras.  

En muchas de estas zonas, la base de las cadenas alimentarias es la lluvia de detritos. Se trata de la caída de los seres vivos de la superficie y otras capas superiores, que al ir muriendo se van depositando poco a poco.  La otra base de las comunidades de los fondos abisales son los organismos quimiosintéticos que habitan en las fumarolas de aguas termales.

Productores y descomponedores

Como hemos dicho los nutrientes que hay son principalmente los que llegan mediante la «lluvia». Esta lluvia de detritos resulta vital y permite alimentarse a una gran parte de los animales que habitan allí abajo. Los que se alimentan de estos son organismos descomponedores o detritívoros.

La segunda entrada de energía y nutrientes en las comunidades de los fondos abisales son los organismos quimiosintéticos. Estos son productores capaces de obtener energía a partir de la oxidación de determinados compuestos inorgánicos que se liberan en estas zonas y después utilizarla para sintetizar su propio alimento.  Son bacterias que, a su vez, son el sustento para determinados animales, como los camarones blancos, y de los que se pueden encontrar cientos o incluso miles en las fuentes hidrotermales. 

Las fumarolas volcánicas son unas de las principales fuentes de nutrientes y energía en los fondos abisales.
Fumarolas volcánicas (imagen de Wikipedia)

Otros miembros de las comunidades de los fondos abisales

Invertebrados 

Empezamos el recorrido por los individuos que conforman las comunidades de los fondos abisales como las esponjas, que son animales que se alimentan al filtrar el agua. Los pólipos son del mismo grupo que las medusas (Cnidarios), pero viven anclados al fondo marinos. También tenemos medusas como tales, que viven nadando y desplazándose por la zona, muchas de ellas, con bioluminiscencia.

Uno de los representantes más llamativo de las comunidades de los fondos abisales son los Ctenóforos, otro grupo animal de gran relevancia en esta zona. Su aspecto a primera vista es muy similar a las medusas, pero son diferentes a estas y poseen una gran diversidad de formas y tamaños. En este grupo animal es de gran importancia la bioluminiscencia, habilidad que les permite comunicarse con otros congéneres, sobre todo en la época de reproducción.

Grupo de Ctenóforos (imagen de Wikipedia)

Uno de los miembros de las comunidades de los fondos abisales más interesante son los gusanos de tubo (Riftia pachyptila). Son unos animales que llegan a medir hasta dos metros y habitan cada uno de ellos en un tubo formado por quitina. En el extremo que asoma del tubo poseen una estructura que alberga millones de bacterias quimiosintéticas, las cuales les permiten aprovechar la energía y los nutrientes de las fumarolas. Esta es una de las relaciones simbióticas más interesantes de esta región.

Los gusanos de tubo son una de las comunidades de los fondos abisales más interesantes
Gusanos de tubo (imagen de Wikipedia)

Destacando dentro de los invertebrados tenemos a los picnogónidos (llamados arañas de mar aunque no son arácnidos), que son unos animales que se alimentan de detritos. Aunque normalmente son de pequeño tamaño en las zonas más superficiales de los océanos, en esta zona presentan tamaños considerables, de hasta 1,5 metros. Esto es debido al denominado gigantismo abisal, que después os comentaré.

Otro miembro de gran relevancia de las comunidades de los fondos abisales son los Isópodos, llamadas popularmente cochinillas. Se trata de un grupo de invertebrados que se alimentan de los detritos (en este experimento se alimentaron de un cocodrilo muerto, como ejemplo de su gran capacidad para alimentarse de lo que sea). Y también sufren gigantismo abisal, llegando a medir casi 40cm. Interesante, teniendo en cuenta que estos animales en tierra, donde también habitan, no llegan al centímetro. El género se denomina Bathynomus y uno de sus miembros es la especie Bathynomus giganteus, que fue descubierta en 1879.

El género Bathynomus sufre gigantismo abisal en los fondos abisales.
Miembro del género Bathynomus (Imagen de Wikipedia)

En ocasiones la lluvia de detritos que llegan a los fondos abisales pueden ser animales de gran tamaño, como peces o ballenas, esto hace que se acumulen grandes cantidades de animales dispuestas a darse un festín. Los científicos suelen usar cebos de este tipo como forma para atraer y estudiar a los animales de la zona y las posibles relaciones entre ellos, de forma que puedan conocer un poco más a fondo las comunidades de los fondos abisales, ya que aún están muy poco estudiadas.

Vertebrados 

Pero no sólo de invertebrados se componen las comunidades de los fondos abisales. Cuando pensamos en vertebrados y fondo abisales, la primera imagen que nos puede venir a la cabeza es la de la famosa escena de la película de Disney de Buscando a Nemo, cuando Marlin y Dory huyen de un pez con una linterna en su cabeza. Los que vimos esa peli de pequeños alucinamos con la forma de ese extraño ser. Dientes grandes, forma rara para ser un pez, o para la imagen de pez que se suele tener en la cabeza y encima tenía una especie de bombilla en la cabeza.  

En esta zona los peces tienen una gran variedad de formas, y es que, debido a las condiciones tan extremas, los peces de las comunidades de los fondos abisales necesitan adaptaciones muy llamativas para sobrevivir.

Empezaremos hablando del Pez Pelícano (Eurypharynx pelecanoides) su característica principal o más llamativa es la gran boca que tiene, que contrasta de forma muy llamativa con el resto del cuerpo. El gran tamaño de su boca le permite alimentarse de peces más grandes que ellos mismos, los cuales digiere poco a poco en su estómago extensible.

Los miembros de las especie Eurypharynx pelecanoides son un importante grupo en los fondos abisales.
Pez pelícano (Eurypharynx pelecanoides) (Imagen de www.fishbase.de)

Otro grupo de peces de gran importancia en las comunidades de los fondos abisales son los peces saco. Se trata del género Saccopharynx y que sólo habitan en estas zonas. Destaco en este caso a uno de sus miembros, Saccopharynx flagellum. Todos los individuos de este género se caracterizan por la boca grande, el cuerpo largo y la capacidad de extender de forma impresionante su estómago, como método para almacenar una gran cantidad de comida y pueden comer peces de hasta el doble de tamaño que ellos mismos. 

Los peces sacos son algunos de los integrantes más interesantes de los peces de los fondos abisales.
Pez saco (Saccopharynx flagellum) (Imagen de Goode and Bean, 1895)

Por último tenemos uno de los peces más famosos de este ecosistema, el Pez Diablo Negro (Melanocetus johnsonii), conocido por su actuación en la película de Buscando a Nemo. En este caso su principal característica es la espina modificada de su cabeza, siendo esta la primera espina de la aleta dorsal. Esta, además de poder moverse, posee bioluminiscencia de forma que puede usarla para atraer a diversas presas.

El Pez Diablo Negro se vale de la bioluminiscencia para atraer a sus presas en una zona de total oscuridad.
Pez diablo negro (Melanocetus johnsonii) (Imagen de Wikipedia)

Adaptaciones de los animales en las comunidades de los fondos abisales

El Gigantismo Abisal en los invertebrados

Cuando hablábamos de los invertebrados puedes que te hayas preguntado «¿por qué presentan ese tamaño si antes me dijiste que las condiciones allí muy buenas no eran?» Y es verdad, las condiciones de los fondos abisales siguen siendo oscuridad, frio, poca comida y alta presión, pero entonces ¿Qué es lo que ocurre para que existan estos ‘bicharracos’? Pues ocurre un fenómeno llamado gigantismo abisal.  

Se trata de un suceso que aún no se ha explicado al 100% y que genera muchas preguntas. Se da en diversos grupos de las comunidades de los fondos abisales, sobre todo en los invertebrados.

Una de las teorías más extendida y aceptada explica que la falta de nutrientes junto con las bajas temperatura en estas zonas lleva a los animales a retrasar su madurez sexual, pero a la vez se alarga su vida, lo que permite que los animales dediquen más tiempo a crecer. Así, aunque los nutrientes sean pocos y las condiciones sean negativas, los animales pueden crecer durante mucho más tiempo de lo que lo hacen en las capas más superficiales del océano.

Adaptaciones de los peces para sobrevivir en los fondos abisales

Como has visto, el atrapar y almacenar grandes cantidades de alimentos es una estrategia seguida por diversos miembros de las comunidades de los fondos abisales para sobrevivir, y ello es debido a la falta de alimentos. Por ello las cualidades principales de los peces que aquí habitan se asemejan, siendo estas la boca grande, para poder comer grandes presas y estómagos extensibles que permitan almacenarlas.

Otra de las adaptaciones muy extendida en diversas especies, ya sean vertebrados o no, que habitan en los fondos abisales es la bioluminiscencia y es de gran importancia para dos posibles eventos. O bien atraer a otro miembro de tu especie para poder reproducirse, o bien, atraer una presa para alimentarse. El uso de la misma está muy extendida en diversas especies de las comunidades de los fondos abisales siendo aún un campo de estudio en desarrollo.

Pero aún hay otras adaptaciones de los peces de los fondos abisales para sobrevivir. Una vez que tienes, por así decirlo, garantizado el comer es hora de garantizarse el no ser comido. Como dijimos, en los fondos abisales una de las cosas que más escasea es la luz. Así que el color corporal es de gran importancia. En esta zona cualquier cosa que destaque un poco brillaría como un faro en una noche cerrada, por ello, lo mejor para poder cazar o no ser cazado es tener un color que impidan que te vean.

Por ello muchas especies, sobre todo de peces, de las comunidades de los fondos abisales “han optado” por el color negro absoluto lo que permite absorber toda la posible luz que les llegue haciendo que pasen totalmente desapercibidos. De esta forma estos peces son totalmente invisibles en su entorno.

Conclusión 

La zona Abisal lejos de ser una zona despoblada, desierta o muerta se trata de una zona con gran cantidad de fauna, tanto vertebrados como invertebrados, que se han adaptado a un ambiente muy hostil donde domina el frío, la oscuridad, la presión extrema y la falta de alimentos. 

Los animales que componen las comunidades de los fondos abisales son, cuanto menos, impresionantes y parecen en muchos casos sacados de películas de ciencia ficción. Lo que nos demuestra que la vida es capaz de adaptarse a condiciones de los más insoportables mediante diversas estrategias. Cuanto más estudiamos zonas como estas, más vemos que la vida siempre se abre paso, con mayor o menor dificultad, parece que al final siempre gana.  

A pesar de que los fondos abisales son el mayor ecosistema del planeta representando más del 70% de los océanos, que a su vez son más del 70% de nuestro planeta, se trata de una zona aún poco estudiada y desconocida para muchos y, por ende, un gran sitio para que en el futuro llevemos a cabo descubrimientos aún más interesantes y, quién sabe, a lo mejor alguno de esos descubrimientos son aplicables en nuestro día a día, como tantas veces antes ha pasado con los conocimientos que hemos obtenido del mundo natural.

Artículo editado por Javier Sánchez y revisado por Carmen de Jesús Gil.

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Referencias

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Díaz de Astarloa, J. M., & Mabragaña, E. (2018). Los peces de aguas profundas.

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MacDonald, I. R., Gaytan-Caballero, A., & Escobar-Briones, E. (2020). The asphalt ecosystem of the southern Gulf of Mexico: abyssal habitats across space and time. In Scenarios and responses to future deep oil spills (pp. 132-146). Springer, Cham.

Robinson, A., & Nouvian, C. (2007). THE SEA-The Deep: The Extraordinary Creatures Of the Abyss. The Literary review, 32.

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