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Día de la Tierra: 53 años desde que se comenzó a actuar

Francisco Javier Mateos Cabello

Francisco Javier Mateos Cabello

Biólogo y defensor de la belleza de nuestro planeta. Siempre orientado a la educación y divulgación ambiental, intentando concienciar que es sólo una Tierra la que tenemos y debemos mantenerla lo más intacta posible.

La Tierra es un pequeño planeta que habitamos situado en la inmensidad del Universo, del que no conocemos prácticamente nada y, dentro de esos mínimos conocimientos, el único sitio que posee unas condiciones ambientales que permiten la existencia de vida, o por lo menos, de ‘nuestra’ vida. Entonces, ¿por qué no cuidamos el lugar que alberga la vida que conocemos y seguimos explotando los recursos que nos ofrece como si fueran ilimitados?

Recientemente se ha llegado a la cifra de 8000 millones de seres humanos que habitan la Tierra, y debemos ser conscientes que ya no hay vuelta atrás en lo que se refiere al daño que hemos provocado al planeta. Además, si seguimos actuando como hasta ahora, terminaremos por colapsar este hermoso sitio en el que vivimos. Hace más de 50 años surgió un movimiento que buscaba esa protección del planeta y con los años ha conseguido una mayor concienciación ambiental en gran parte de la población mundial, dando además origen a otros proyectos y movilizaciones importantes a favor de la conservación del medio ambiente y la protección del planeta. Así nació el Día de la Tierra.

Historia del Día de la Tierra

El primer Día de la Tierra se celebró el 22 de abril de 1970, y básicamente tuvo como detonante la preocupación por la gran cantidad de contaminación generada, bien por falta de educación o bien por indefensión legislativa al respecto en EEUU. Por ello aumentó en la década de los años 60 la preocupación por el medio ambiente, por parte de la población norteamericana y, sobre todo, por los vínculos que existían entre la contaminación y los problemas de salud. Y fue la publicación de un trabajo en The New Yorker titulado ‘Primavera Silenciosa’ de Rachel Carson lo que ayudó a este despertar de concienciación medioambiental.

Figura 1. Contaminación por expulsión de gran cantidad de gases nocivos a la atmósfera. Fuente. Imagen tomada de Unsplash

Fue un senador demócrata de EEUU, Gaylord Nelson, quien preocupado por el medio ambiente, promovió esta iniciativa rodeándose de un equipo comprometido con la causa, donde destacaba un joven Denis Hayes, considerado uno de los padres del activismo ambiental moderno.

Su trabajo de concienciación y divulgación sobre los problemas ambientales que existían por aquel entonces provocó que un 22 de abril de 1970 se celebrara el primer Día de la Tierra en Estados Unidos, donde se movilizaron más de 20 millones de estadounidenses (el 10% de la población de EEUU en ese momento) que salieron a manifestarse en contra del impacto negativo que desde hacía más de 100 años estábamos provocando en la naturaleza.

Esto provocó un despliegue de medios nunca visto y la unión de diferentes colectivos y grupos que luchaban de forma individual contra las corporaciones y los efectos negativos provocados por el hombre. Además se consiguió poner en la misma dirección con un objetivo común a políticos, habitantes del medio rural y de las ciudades, ricos y pobres, etc.

Se consiguió de forma inmediata, ese mismo año, que se aprobaran diferentes leyes ambientales de una recién creada Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos. Algunas de ellas fueron la Ley Nacional de Educación Ambiental, la Ley de Insecticidas, Fungicidas y Rodenticidas o la Ley de Especies en Peligro de Extinción.

Pero no fue hasta 1990 cuando el Día de la Tierra adquirió un carácter global cuando movilizó a más de 200 millones de personas de unos 141 países. Esta visión global de los problemas ambientales allanó el camino para la celebración de la Cumbre de las Naciones Unidas en Río de Janeiro en 1992, donde se llegó a crear la Agenda 21 , y conseguir la Declaración sobre Medio Ambiente y Desarrollo. No fue hasta 2009 cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas designó oficialmente el 22 de abril como Día Internacional de la Madre Tierra.

Con la llegada del nuevo milenio aparece otra forma de lucha que consigue llegar a más personas y gobiernos para concienciar sobre los problemas ambientales: internet. Aunque también llega el problema asociado con la aparición de otros grupos que niegan esos problemas, como son el calentamiento global y el consecuente cambio climático. De ahí la importancia de una buena educación en materia ambiental y saber transmitirla para que llegue a todas partes de la población mundial.

Actualmente, cada año, este día moviliza a más de 1000 millones de personas llamadas a la acción para cambiar nuestro comportamiento y las políticas que existen actualmente en materia de conservación y medio ambiente.

La lucha es cada vez más necesaria e importante porque vemos y sentimos los efectos del cambio climático, pero gracias a movimientos como éste hay una educación y concienciación más afianzada en la población mundial, aunque se resiste en muchas organizaciones gubernamentales que deberían ser más firmes en este asunto.

Hitos conseguidos a partir de este movimiento

Han sido muchos los logros que han seguido a este primer Día de la Tierra de 1970, desde Estados Unidos primero, hasta llegar a la elaboración de leyes y movimientos a nivel global. Algunos de los más destacados, bien por su repercusión o seguimiento a nivel mundial podrían ser, por orden cronológico:

  1. La creación de la Carta Magna Medioambiental en 1970, en la que se establecían las bases en las que se obliga a elaborar informes de impacto ambiental por parte de las entidades que quieran hacer un proyecto de infraestructura o similares.
  2. En 1972 se consiguieron varias cosas, entre ellas la regulación del uso pesticidas, así como la prohibición de uno de los insecticidas más tóxicos y peligrosos para la naturaleza y el ser humano: el DDT .
  3. Se llegó a un acuerdo global sobre las especies en peligro que existían en la tierra en 1975.
  4. A finales de la década de los 80, en 1987, muchas naciones crearon el Protocolo de Montreal donde se prohibían el uso de una serie de sustancias químicas que destruían la capa de ozono de la tierra, siendo unos de los más sonados para nosotros los clorofluorocarbonados o CFCs.
  5. En 1992, se celebra la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y Desarrollo en Río de Janeiro. En ella se centró la atención global sobre los principales problemas medioambientales que existían. Los países participantes comenzaron a establecer un compromiso de trabajo conjunto frente al cambio climático.
  6. Un año después, en 1993, las Naciones Unidas se comprometen a proteger la biodiversidad en el mundo y se comienzan a sentar las bases para alcanzar un desarrollo sostenible en la tierra.
  7. Hay que esperar a 1997 cuando varios países comienzan a trabajar coordenadamente contra el calentamiento global con el conocido como protocolo de Kioto, cuyo fin era la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
  8. Desde principios del 2000 se han hecho muchos avances en materia de energía más limpia y renovable; así como en conseguir mayor eficiencia en el uso de combustibles, y a la llamada a la población a actuar de forma más sostenible, caminando o tomar otros medios como bicicletas para realizar sus desplazamientos, reduciendo el uso indiscriminado de coches particulares, por ejemplo.
  9. A finales de 2015 se celebra en París un Acuerdo del Clima, donde se busca que los países reduzcan sus emisiones conforme a su compromiso para evitar la subida media de la temperatura de 1,5 a 2ºC en los próximos años, algo que puede ser devastador para la vida tal y como la conocemos.
  10. Se siguen estableciendo acuerdos, y la población en general es más consciente y activa en lo referente a la conservación, no sólo actuando en días señalados, sino que poco a poco se adquieren hábitos más «verdes» que benefician al planeta.
Figura 2. Llamada a la acción en manifestación. Fuente. Imagen tomada de Unsplash.

Actualidad y futuros proyectos

En la actualidad hay muchos proyectos que se están llevando a cabo por diferentes organizaciones privadas y no gubernamentales que han aceptado el reto de la llamada a la acción para intentar reparar los daños producidos a la tierra. Van desde plantar grandes cantidades de vegetación a restaurar cuencas fluviales afectadas por el cambio climático.

Algunos de esos interesantes proyectos son:

  • La ONG Green Forests Work está restaurando bosques desde 2009 en tierras afectadas por la excavaciones superficiales de carbón existentes en la zona de los Apalaches. Ya han llegado a plantar casi 4 millones de árboles endémicos desde esa fecha. Se busca recuperar el aire puro y el agua limpia, así como mejorar el hábitat para la vida silvestre; además se mitigan los efectos del cambio climático a través del secuestro de carbono.
  • En el sur de Belice, Fragments of Hope está sembrando con éxito arrecifes devastados al plantar corales genéticamente robustos, diversos y resistentes. Esta acción es de gran importancia ya que los arrecifes de coral están entre los ecosistemas más diversos y valiosos de la Tierra albergando el 25% de toda la vida marina, y se encuentran en peligro de desaparecer a finales de siglo causado por el aumento de la temperatura y la acidez de los océanos.
  • En el Reino Unido, Project Seagrass ha logrado plantar más de un millón de semillas de pastos marinos y crear conciencia sobre la importancia de estas plantas. ¿Por qué son tan importantes? Porque las praderas marinas son fuente de alimento y refugio de muchos organismos; además llevan a cabo el proceso fotosintético donde absorben dióxido de carbono obteniendo así nutrientes y oxígeno.

Además en 2015 los Estados Miembros de las Naciones Unidas que participaron en la cumbre de París aprobaron 17 objetivos como parte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en la cual se establece un plan para alcanzar los Objetivos en 15 años. Estos objetivos se resumen en la siguiente imagen:

Figura 3: Los 17 objetivos en los que se basa la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Fuente: Naciones Unidas.

¿Qué podemos hacer para aportar nuestro grano de arena?

Para conservar un planeta en el que pueda seguir existiendo la vida es necesario reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, así como la producción de residuos que dañan la Tierra. Para ello hace falta que los gobiernos y las empresas adopten medidas adecuadas, rápidas y de gran alcance; pero si todos pusiéramos nuestro granito de arena, es decir, una participación más activa y responsable por parte de la ciudadanía, especialmente en países de economías avanzadas, tendríamos la capacidad de crear un cambio positivo mediante las decisiones que tomamos cada día.

Por poco que sea, siempre podemos hacer algo como habitantes de la tierra que somos que ayude a su conservación o, por lo menos, minimice los efectos que nuestros actos han provocado y siguen afectando de forma negativa al planeta.

Se puede ser más o menos activo ayudando en diferentes proyectos, pero si no fuera ese el caso, en la página de las Naciones Unidas se puede encontrar una ‘Guía de los vagos para salvar el mundo‘, ideal para los que no tenemos tiempo o un perfil activista de primera línea de manifestaciones. En ese documento se pueden encontrar una serie de consejos sencillos que podemos realizar de forma rutinaria para ayudar en el cambio. Algunos de ellos que se pueden comenzar a hacer desde el momento que leas este post son:

  • Lo primero, ahorrar energía en casa. ¿Cómo? Apagando las luces cuando no es necesario, apagar electrodomésticos o electrónicos que no usemos, bien desconectando directamente de la corriente o si estuviera conectado en una regleta con otros dispositivos, que posean interruptor para cortar la corriente cuando no se usen.
  • Ahorro de papel. Aunque tiene sus contras también, hemos de aprovechar algunas ventajas que encontramos con la tecnología y la digitalización de la burocracia, evitando impresiones innecesarias, porque para quien no lo sepa aún, el papel se obtiene de la celulosa, que se viene de fibras vegetales, lo que conlleva a destrucción de grandes extensiones de bosques y de vegetación.
  • Hagamos más uso de la regla de las 3 Rs: reducir, reutilizar y reciclar. Es difícil porque nos movemos en un mundo de gran consumo y donde prima la novedad, pero si cumplimos este punto, se ayuda mucho a cambiar hábitos y concienciación.
  • Ahorrar agua. Estamos hartos de oír que mejor que un baño, tomemos una ducha, donde se consume mucha menos agua, pero con un tiempo límite: no vale de nada darnos una ducha de 20 minutos, cuando con 5 vamos sobrados de tiempo.
  • Ya se comentó anteriormente, pero realizar desplazamientos a pie, en bicicleta o si son mayores en transporte público, usando el vehículo particular cuando sea «totalmente» necesario y no exista otra alternativa.
  • Y para mí, un paso clave es la educación. No todos tenemos en la tierra el acceso a una educación, por eso podemos ayudar a educar en medio ambiente, y no hay que irse a otros países para ello, porque seguramente todos tenemos un amigo, vecino o familiar que no tiene esa concienciación o conocimiento. ‘‘ puedes ayudar a transmitir ese conocimiento para mejorar la situación ambiental actual.

Conclusión

Aunque no seamos conscientes de ello, la Tierra se enfrenta a una ‘triple crisis’: la alteración del clima, la pérdida de naturaleza y biodiversidad, y la contaminación y los residuos.

El Día de la Tierra es una fecha muy importante en el calendario en cuanto a materia ambiental se refiere, pero no podemos confiar que actuando una vez al año, por mucha repercusión que tenga esa acción, sea suficiente para cambiar radicalmente el estado crítico que atraviesa nuestro planeta.

Hemos de comprometernos a cambiar nuestro estilo de vida día a día. Hay mucha información al respecto y con acciones pequeñas se puede hacer más de lo que creemos. Sólo así conseguiremos frenar y, por qué no, revertir la situación tan delicada que actualmente estamos viviendo en nuestro planeta.

Es muy difícil la misión que tenemos encomendada viendo dónde nos encontramos, pero si no cambiamos algo en nuestra educación y hábitos rutinarios, seguro que no habrá solución y acabaremos sufriendo las consecuencias, y antes de lo que pensamos. No dejes pasar ni un día más sin poner tu granito de arena en la protección de la Tierra. ¡Actúa!

Artículo editado por Ricardo Hernández Cardeñas

Bibliografía

Earth Day: The Official Site (earthday.org)

Naciones Unidas. Día Internacional de la Madre Tierra. (un.org/es/observances/earth-day)

Naciones Unidas. La Agenda para el Desarrollo Sostenible. Desarrollo Sostenible (un.org)

Naciones Unidas. 22 abril 2022. Día de la Tierra: Cinco proyectos para sanar nuestro planeta. Noticias ONU (un.org)

Naciones Unidas. La Guía de los vagos para salvar el mundo. Desarrollo Sostenible UN (un.org)

Naciones Unidas. Armonía con la naturaleza (harmonywithnatureun.org)

European Environment Agency. (europa.eu)

Redacción National Geographic. Datos del Día de la Tierra: ¿Por qué se celebra? ¿Dónde empezó?. National Geographic. (nationalgeographic.es)

Brian Clark Howard. Publicado 22 abril 2016. 49 logros medioambientales desde el primer Día de la Tierra. National Geographic (nationalgeographic.es)

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