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El café: una bebida ilustrada

Te diriges a la mesa más cercana. Allí te espera un viejo amigo. Desde la barra oyes un grito al que replicas con toda normalidad. Unos minutos después recibes una taza con un brebaje oscuro en su interior y tras el primer sorbo empiezas a sentir una sensación de euforia. Estás como más despierto, más activo. Las palabras fluyen y las ideas se intercambian. Es como si tu cerebro abriera nuevos caminos inexplorados y tanta motivación te desborda.

Tranquilidad. Paremos un momento. Es sólo un sorbo de café ¿Cómo es eso posible?

La sociedad europea antes (A. C.) y después del café (D. C.)

Aunque en las sociedades actuales este muy normalizado, en los comienzos del siglo XVIII beber café era algo puramente anecdótico en las ciudades de Europa.

En aquella sociedad estamental el poco ocio del que se disfrutaba, tras las duras jornadas de trabajo en el campo, se hacía embriagándose con brebajes fermentados de alta graduación alcohólica como lo eran la cerveza, la miel o el vino. Esto siempre y cuando no fueras un monje Irlandés, los cuales también tenían a su alcance whisky, tras haber dominado el proceso de destilación alcohólica décadas antes (Bushmills, 1608).

De todos es sabido que el alcohol tiene un efecto inhibidor de los sentidos que se alarga en el tiempo. La vía metabólica mas común para gestionar el alcohol involucra a las enzimas alcohol deshidrogenasa (ADH) que lo convierte a acetaldehído, sustancia tóxica y carcinogénica, y aldehído deshidrogenasa (ALDH), la cual genera acetato para acabar formando acetil-CoA en el metabolismo central.

Ya que nuestro hígado tan sólo está capacitado para gestionar 0,1 – 0,2 g/l de alcohol en sangre cada hora (1,2), el proceso de eliminación podría llegar hasta las 24 horas después de la ingesta. Es lo que conocemos como «resaca››, «chuchaqui››, «hachazo›› o «perseguidora›› y en mitad de la misma es poco probable que nos pongamos a desarrollar ideas filosóficas de alto impacto.

En cambio, si hablamos de lo que conlleva beber café a nivel bioquímico, debemos hablar de la adenosina. La adenosina es un neurotransmisor cerebral inhibitorio cuyos receptores son interceptados por la cafeína. Esta se encuentra en grandes proporciones en el café (100-250 mg por taza) (3) y al detectarse, se activa el proceso de formación de la adrenalina, que es el encargado de proporcionar energía a los movimientos. Este proceso evita la sensación de somnolencia bombeando más oxígeno a los músculos y liberando energía mediante la síntesis de cortisol.

Básicamente el café te espabila, te hace estar más atento, más activo, mas dinámico, rápido y se cree que contribuye a la capacidad de tu cerebro para retener información.

Un nuevo estímulo = una revolución

Locales donde se servía café abren en Londres en la década de 1650 (4), aunque el primer local al que se acude específicamente a beber el brebaje se cree que surge en París en 1672 (Maison du Caova) (5). A este le siguen otros en Berlín en esa misma década, en Viena en 1683 o en el mismo París (Procope) en 1686 (6). Para mediados del siglo XVIII había cafeterías por toda Europa.

Tras ser hervido y colado, el café era depositado en una taza o vaso y su ingesta aumentaba la capacidad de trabajo, resistencia y atención del consumidor. Se comenzó a utilizar como bebida diurética y activadora y se consumía de forma regular en las cafeterías que sirvieron no solo de proveedores de café, sino también de centros de discusión y traspaso de información en los que los regulares intercambiaban opiniones, experiencias y conocimiento.

¿Sabéis quien solía frecuentar esos lugares? Entre otros, Denis Diderot y François-Marie Arouet, más conocido como Voltaire. Estos nombres os sonarán por el movimiento del que formaron parte, la ilustración, que dio nombre a un siglo entero. El siglo XVIII. El siglo de las luces.

Impacto en la sociedad del siglo XVIII

Imaginemos entonces que en una sociedad embriagada de alcohol, surge una élite con unas motivaciones diferentes, la cual apoyada, no en alcohol, sino en café, despiertan a todo un continente de un amargo letargo y lo llevan a la edad moderna. A nivel político e intelectual en Alemania, Francia e Inglaterra o intelectual y científico en España e Italia.

el café
Figura 1. Representación subjetiva del impacto del café en la mente humana Fuente: Este artículo

Existe una corriente de investigadores que apoyan la idea de que el café jugó un papel muy importante, sino esencial, en el desarrollo social del siglo XVIII. Básicamente creen que si estos intelectuales fueron las lámparas que alumbraron a todo un siglo, la mecha que las encendía fue sin duda un brebaje de color negro conocido como qahwa. Kahve. Kawa. Coffee. Café.

Por las fechas de llegada del café al continente (Venecia, 1615), y la apertura de locales para su consumo, las fechas cuadran. Al menos eso es lo que creen escritores como el biólogo estadounidense Edward O. Wilson (1929-2021) en “Consilience: The Unity of Knowledge”. En él relaciona el periodo de la ilustración con el impacto del café y la evolución social que conlleva su consumo en la Europa de los siglos XVII y XVIII (7).

Algo similar opina también el redactor jefe de tecnología de «The Economist›› y escritor Tom Standage (1969-) que comenta: “El impacto de la introducción del café en Europa en el siglo XVII fue particularmente notable ya que hasta entonces las bebidas más comunes, incluso en el desayuno, eran cervezas de baja graduación y vino…Aquellos que bebían café empezaban el día alerta y estimulados en vez de relajados y embriagados, por lo que la calidad y cantidad de su trabajo mejoró…” (8)

Lo que estos investigadores plantean es la hipótesis de que Europa emerge, gracias al café y una forma de consumo social, de un sueño provocado por siglos de ingesta de alcohol generalizado que adormecía, en cierto modo, los sentidos. Esto permitió el intercambio de ideas, que sumado a un extra de actividad diaria regada en cafeína desembocó en La Ilustración y en todo lo que de ella derivó hasta casi la mitad del siglo XX.

Hay fuentes que analizan el impacto del café en sociedades anteriores y lo relacionan con el avance tecnológico e intelectual del mundo árabe y su expansión por el Mediterráneo siglos antes, donde los locales de consumo de café eran comunes mucho antes que en Europa y donde el alcohol estaba prohibido por religión. También lo relacionan con su decadencia, que coincide con las primeras prohibiciones hacia el consumo de café por parte de imanes ortodoxos justo, y esto es muy curioso, en la misma época en la que el Papa Clemente VIII bendice esta práctica en el mundo cristiano allá por el siglo XVI (9).

Conclusión

El café es una de las semillas más cultivadas del planeta. Asequible a nivel económico y saludable si su consumo es moderado y racional. Esta considerado una manera de empezar el día y, aun a día de hoy, un símbolo de generosidad, cultura y leyenda en muchas partes del mundo.

Si además, ha jugado un rol clave en el desarrollo intelectual del ser humano como especie en las sociedades occidentales y de oriente medio tras la caída del Imperio Romano, debemos sentarnos a analizar si el buen uso de otros principios químicos conocidos suponen la llave del progreso de la humanidad en el futuro o simplemente meras herramientas de disfrute sin calado filosófico alguno.

Si Kaldi (Pastor etíope. Descubridor mítico del café) levantara la cabeza. La que han liado sus cabras.

Cada loco con su tema. Yo el mío aquí lo dejo.

Oye, ¿Me pones un café?

Artículo editado por Equipo de Microbacterium

Bibliografía

1- Caballero B, Finglas P, Toldra F (2015). Encyclopedia of Food and Health. Elsevier Science. p. 561. ISBN 978-0-12-384953-3. Retrieved 17 June 2018.

2-Brian Cowan (2005). The Social Life of Coffee (PDF). Yale University Press. p. 90.

3-l’équipe Ça m’intéresse. Quand le premier café parisien a-t-il ouvert?. Journal Ça m’intéresse. 18 Juin 2019.

4- CULTURE. Article: Le Procope, le plus célèbre et ancien café-restaurant de Paris. 8 février 2021. Par la redaction. Vivre Paris.

5- Bowling Green State University. Department of Recreation and Wellness. Alcohol Metabolism.

6- S. Hardey. ¿Cuánto tiempo permanece el alcohol en su sistema?. May 2, 2023. American Addiction Centers.

7- E. O. Wilson. Consilience: The Unity of Knowledge. ISBN: 9780679450771. 1998.

8- T. Standage. A History of the World in 6 Glasses. 2005. Editorial: Walker and Company. ISBN: 9780802715524. May 1, 2006.

9- D. Esparza. ¿Te gusta el café? Agradécele al papa Clemente VIII. Aleteia. 08 de Julio 2016.

Diego Orol Gomez

Diego Orol Gomez

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