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Sobre eso no se investiga: la ciencia no hecha

¿Quién decide qué temas debe abordar la ciencia? ¿Existe algún motivo detrás de la decisión de no estudiar ciertos temas? Los sociólogos de la ciencia se hacen estas preguntas, cuestionando las lagunas de conocimiento que se generan sobre ciertos campos. Saber qué se investiga resulta tan importante como saber qué no se investiga y por qué.

Ciencia, ¿qué?

El termino ciencia no hecha (o undone science, en inglés) fue acuñado por el sociólogo David Hess, y hace referencia a un tipo particular de ignorancia. Se trata de áreas de investigación que no reciben financiación, están incompletas o generalmente se ignoran, pero que los movimientos sociales u organizaciones de la sociedad civil a menudo identifican como dignas de más investigación.

La selección de temas para investigar responde a las prioridades de los poderes económicos y políticos, dado que de ellas emerge la financiación, y por lo tanto son las que marcan la agenda. A lo largo de la historia las prioridades han estado centradas en el crecimiento de la industria y el sector militar, mientras que en la actualidad los temas que se alinean con los intereses del mercado, es decir, aquellos que son más lucrativos, son los favorecidos.

De esta forma, se generan vacíos de conocimiento. Temáticas que no son investigadas porque no están en las agendas de los Estados, porque no son lucrativas o porque llenar estos vacíos entra en conflicto con los intereses de ciertos sectores.

En general, esta falta de conocimiento se pone de manifiesto cuando grupos sociales quieren fundamentar sus reclamos sobre un tema con estudios e investigación, y estos no existen. Por ejemplo, al cuestionarse la seguridad de una nueva tecnología o el impacto de los residuos generados por un proceso industrial, se topan con un déficit de conocimiento, con ciencia no hecha, que de haber existido habría sido de valor para argumentar sus reclamos.

Algunos casos de ciencia no hecha

Variedad de ejemplos de ciencia no hecha se han desarrollado en torno a cuestiones ambientales y de contaminación. Uno de ellos es el caso del uso de agroquímicos en los campos de cultivo. En Argentina, por ejemplo, el aumento de casos de cáncer en poblaciones cercanas a campos fumigados con glifosato (sustancia activa del herbicida más usado en cultivos transgénicos) propició la formación de movimientos sociales, como el de “Madres de Ituzaingó”, que exigían investigaciones al respecto, exigían ciencia que no estaba siendo hecha.

Los reclamos de las comunidades promovieron el trabajo de científicos y médicos que abordaron los problemas asociados con los agroquímicos, evidenciando los intereses que había detrás de la ciencia no hecha y desafiando a la “ciencia regulatoria”, que clasificaba al glifosato como un producto de baja toxicidad, comercializado y utilizado sin restricciones.

Dentro del ámbito médico, podemos encontrar ejemplos de ciencia no hecha en enfermedades como la endometriosis. Esta afección ginecológica crónica, que se ha denominado la «enfermedad pasada por alto», ha sufrido una invisibilidad de larga data, siendo ignorada por las políticas gubernamentales y de investigación aun cuando se estima que afecta a un 10% de las mujeres a nivel mundial. Si bien se ha descripto como identificada microscópicamente en 1860, las guías clínicas para su tratamiento no se han publicado hasta 2017 en Reino Unido o 2013 en España.

La falta de investigación en métodos diagnósticos hace que el tiempo promedio hasta llegar a él sea de 7,5 años. Como aún no se conoce con exactitud la causa de esta afección, el tratamiento está destinado a atender la sintomatología, que puede incluir dolor incapacitante. En este sentido, la endometriosis comparte afinidades con una variedad de otras condiciones de género, como el síndrome de ovario poliquístico o los miomas, en donde los síntomas dolorosos han sido sistemática e históricamente descartados o deslegitimados, aplicando de esta forma una lente de ignorancia a las enfermedades femeninas.

Movimientos sociales como «EndoMarch» luchan por concientizar sobre la endometriosis. Problematizan su invisibilidad cultural y política de larga data, exigen mayor financiación en la investigación de esta enfermedad y desafían, de esta forma, las omisiones y la ignorancia en torno a las biografías menstruales de las mujeres.

ciencia no hecha
Imagen 1. Activistas de EndoMarch en Londres / Fuente: Worldwide EndoMarch London UK

Haciendo la ciencia no hecha

¿Cómo logran estas organizaciones de la sociedad civil llegar a los conocimientos que necesitan? Por un lado, la presión generada por los movimientos sociales puede terminar modificando las agendas de investigación de los estados. Por otro lado, es posible que busquen directamente apoyo en científicos que les brinden ayuda. Otra vía es mediante la financiación propia de las investigaciones, dándose este último caso en, por ejemplo, grandes organizaciones ambientalistas que cuentan con esos recursos.

Sin embargo, debido a que los propios campos de investigación están formados por relaciones de lucha entre redes dominantes y no dominantes, incluso cuando se completa la ciencia no hecha, el conocimiento puede quedar estigmatizado y puede verse afectada la credibilidad y posición de los científicos que lo producen.

Conclusión

La ciencia y la política se encuentran estrechamente relacionadas, así como la ciencia y la sociedad. Indagar quiénes establecen las fronteras del conocimiento, si son intencionales, y si contribuyen a maximizar las asimetrías de poder nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre una política científica más justa.

Los movimientos sociales ayudan a visibilizar esta ciencia no hecha, logrando en muchos casos que se haga. La existencia de estos grupos, durante muchas décadas, plantea interrogantes sobre hasta dónde deben llegar los movimientos sociales para corregir el persistente arraigo de la ignorancia y el silenciamiento sobre ciertos temas.

Artículo editado por Equipo de Microbacterium

Bibliografía

Frickel S, Gibbon S, Howard J, Kempner J, Ottinger G, Hess DJ. Undone Science: Charting Social Movement and Civil Society Challenges to Research Agenda Setting. Sci Technol Human Values. 2010 Jul 1;35(4):444-473.

Orozco-Meléndez JF, Paneque-Gálvez J. Co-producing uncomfortable, transdisciplinary, actionable knowledges against the corporate food regime through critical science approaches. Environ Dev Sustain. 2023 May 23:1-29.

Blois, María Paula. (2016). Ciencia y glifosato: interpelando órdenes: Una investigación en la prensa en el contexto argentino. Cuadernos de antropología social, (43), 73-93.

Arancibia, Florencia Paula; Ciencia regulatoria y movimientos sociales: el juicio contra el uso de agroquímicos en Ituzaingó.; Instituto de Estudios Transformadores; Teoría en acción; 9; 4; 10-2016; 1-21.

Nicky Hudson, The missed disease? Endometriosis as an example of ‘undone science’, Reproductive Biomedicine & Society Online, Volume 14, 2022, Pages 20-27, ISSN 2405-6618.

Hess, D.J. (2009), The Potentials and Limitations of Civil Society Research: Getting Undone Science Done. Sociological Inquiry, 79: 306-327.

Anabella Antognoni

Anabella Antognoni

Ingeniera Civil. Experta en Comunicación Pública y Divulgación de la Ciencia. Estudiante de Máster en Ciencia, Tecnología y Sociedad.

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