Las micobacterias no tuberculosas son una familia que incluye a más de 170 especies de bacterias y se encuentran de manera habitual en el ambiente, incluyendo el agua y la tierra. A pesar de no pertenecer a la misma familia, éstas están filogenéticamente relacionadas con Mycobacterium tuberculosis y Mycobacterium leprae, los agentes causales de la tuberculosis y la lepra, respectivamente.
¿Qué son las micobacterias no tuberculosas?
En función de su tasa de crecimiento, se clasifican en micobacterias de crecimiento lento y micobacterias de crecimiento rápido. Las principales micobacterias de crecimiento lento son: Mycobacterium avium, Mycobacterium intracellulare y Mycobacterium kansasii. Por lo que respecta a las micobacterias de crecimiento rápido, destacan Mycobacterium abscessus, Mycobacterium fortuitum y Mycobacterium chelonae. Se han descrito desigualdades en la distribución geográfica de las especies, debidas en gran parte a las diferencias climatológicas existentes. En España, las especies aisladas con mayor frecuencia son: Mycobacterium avium, Mycobacterium intracellulare y Mycobacterium abscessus.
En general, las micobacterias no tuberculosas no resultan patógenas para las personas sanas, pero pueden causar infecciones oportunistas, principalmente en individuos inmunodeprimidos (sida, tratamientos inmunosupresores, etc.) o en pacientes con patologías respiratorias crónicas (fibrosis quística, bronquiectasia, etc.). En nuestro entorno, los casos han aumentado significativamente y se considera una infección emergente. El incremento observado en el número de casos podría deberse a la disminución de la incidencia de la tuberculosis y a una mayor inmunosupresión y envejecimiento de la población.
¿Qué enfermedad producen?
Diferenciar entre colonización (presencia de micobacterias no tuberculosas sin signos de enfermedad) e infección (enfermedad) no siempre es fácil. No obstante, en general, los criterios son: aislamiento microbiológico en una muestra respiratoria, observación de lesiones pulmonares en una radiografía de tórax, obtención de un cultivo microbiológico positivo y/o presencia de sintomatología compatible.
Las personas pueden resultar colonizadas por micobacterias no tuberculosas al inhalar aerosoles que contengan estas bacterias. Cuando ocurre en individuos susceptibles, éstos pueden desarrollar diferentes patologías (infecciones cutáneas, linfadenitis, etc.). No obstante, la manifestación clínica más habitual es la enfermedad pulmonar. Ésta suele afectar en una mayor proporción a mayores de 65 años y a mujeres. Los síntomas más habituales son: tos, fiebre, pérdida de peso y cansancio, entre otros muchos. Sin embargo, no se han descrito casos de contagio entre personas. Por otro lado, el tratamiento de la enfermedad pulmonar no siempre está recomendado. Igualmente, no existe un tratamiento estandarizado y los que están disponibles muestran resultados mejorables, siendo frecuentes las recaídas y los efectos adversos.

https://pixabay.com/es/vectors/pulmones-organo-diagrama-humano-37825/
Tratamiento de la infección pulmonar por micobacterias no tuberculosas
Según las principales guías terapéuticas, los tratamientos deben tener una duración mínima de 12 a 18 meses e incluir, al menos, 3 fármacos antibióticos. El tratamiento de la infección pulmonar causada por micobacterias de crecimiento lento difiere del tratamiento frente a las micobacterias de crecimiento rápido. El primero consiste en la administración de combinaciones que incluyan 3 de los siguientes antibióticos: azitromicina, rifampicina, etambutol y amikacina. En el caso de infección por micobacterias de crecimiento rápido, los fármacos de elección son: amikacina, imipenem, tigeciclina, azitromicina, clofazimina y linezolid.
En general, el tratamiento de la infección pulmonar por micobacterias no tuberculosas es más complicado que el de la tuberculosis, ya que las micobacterias no tuberculosas presentan una elevada resistencia natural a los antibióticos y, además, se dispone de pocos fármacos eficaces frente a ellas. Asimismo, las micobacterias no tuberculosas tienen la capacidad de formar biopelículas, esto es, una matriz adhesiva, que ofrece protección a la comunidad micobacteriana que contiene y que dificulta el acceso de los fármacos al lugar de la infección.
Conclusión
Por todo ello, es necesario adquirir un mayor conocimiento de la enfermedad pulmonar causada por las micobacterias no tuberculosas, así como desarrollar nuevos fármacos y regímenes antibióticos que presenten una mayor eficiencia y menos efectos secundarios.
Artículo editado por Araceli Martín Illana
Bibliografía
Wassilew, N., Hoffmann, H., Andrejak, C. y Lange, C. (2016). Pulmonary Disease Caused by Non-Tuberculous Mycobacteria. Respiration, 91(5),386-402. https://doi.org/10.1159/000445906
American Lung Association. (17 de noviembre de 2022). Learn about NTM Lung Disease. American Lung Association. https://www.lung.org/lung-health-diseases/lung-disease-lookup/nontuberculous-mycobacteria/learn-about-nontuberculosis-mycobacteria