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Los orígenes del estudio del sistema nervioso: un breve recorrido histórico (I)

Los seres humanos somos organismos dotados de una capacidad especial denominada comportamiento. El comportamiento emana del sistema nervioso, coordinado por el cerebro, que está compuesto por millones de células denominadas neuronas. Cada neurona establece miles de conexiones, o sinapsis, con otras neuronas y esta es la base del funcionamiento cerebral.

Dos puntos de vista contrapuestos: ¿corazón o cerebro?

Antigua Grecia

Aristóteles (384-322 a.C.): Concepción Cardiocéntrica.

El filósofo Aristóteles consideraba al cerebro como un órgano que desempeña un papel secundario en el cuerpo, una flema sobrante que solo servía para refrigerar la sangre. Consideraba más lógico adjudicar al corazón el origen de la función mental, ya que ocupa un lugar central en el cuerpo, se mueve, es caliente, contiene sangre y, si se detiene, cesa la vida (concepción cardiocéntrica). Aristóteles fundamenta su punto de vista en la observación directa del comportamiento humano.  

Hipócrates (460-377 a.C.): Es el cerebro.

Hipócrates, fue médico y coetáneo al filósofo Aristóteles, genera una nueva corriente de pensamiento, concibiendo el cerebro como el principal controlador del cuerpo y a las enfermedades como fenómenos naturales. Fundamenta su postura en la observación natural y crea la teoría de los cuatro humores.

En la Grecia clásica se partía de la premisa de que todas las cosas del mundo estaban hechas por la fusión de cuatro elementos (fuego, agua, tierra y aire) y, en este contexto, Hipócrates vincula cada elemento con un fluido o humor del cuerpo y a un órgano.

Así pues, fuego a la bilis amarilla y al hígado, aire a la sangre y al corazón, agua a la flema y al cerebro y tierra a la bilis negra y al bazo. Las enfermedades eran concebidas como el resultado del desequilibrio entre estos cuatro humores. Asimismo, la corriente de pensamiento planteada por Aristóteles perduro e Hipócrates no consiguió refutar la explicación cardiocéntrica.

sistema nervioso
Imagen 1. La Teoría Hipocrática de los Humores. Fuente: Gomeres. Salud, historia, cultura y pensamiento.

Imperio Romano

Galeno (130-200 d.C.): Referencia para generaciones.

Galeno fue un gran médico durante el imperio romano e idolatraba a Hipócrates y a Aristóteles. En este sentido, coincidía con ambos en que nada debía aceptarse si no era demostrado a través de los sentidos, aunque no compartía la visión cardiocéntrica de Aristóteles. Galeno también tenía una actitud de curiosidad dirigida a la observación natural.

Hipócrates y Aristóteles no vivieron en tiempo propicios para la disección humana y no hay constancia de que alguno de ellos inspeccionara el interior de un cadáver humano. En los años de Galeno también las autopsias estaban prohibidas, por lo tanto es seguro que la mayoría de sus conclusiones fueron fruto de extrapolaciones hechas a partir de disecciones de animales.

Como ya se ha comentado, la idea cardiocéntrica de Aristóteles no fue aceptada por Galeno y realizó una serie de comprobaciones para cerciorarse que la actividad mental y las funciones superiores se originaban en el cerebro. Para empezar había comprobado que el cerebro de un animal vivo está caliente y no frio como decía Aristóteles.

Por otra parte, dedujo que si la función del cerebro hubiera sido refrigerar la sangre caliente del corazón, lo lógico es que la distancia hubiera sido menor entre el cerebro y el corazón. Pero sobre todo, en sus trabajos de disección en los que intentaba seguir los nervios a partir de diferentes órganos sensoriales (por ejemplo, los ojos), descubrió que los nervios se dirigían en realidad hacia el cerebro y no hacia el corazón como sostenía Aristóteles.

Los nervios recibieron mucha atención por parte de Galeno. Según Galeno, los nervios sensitivos eran blandos porque necesitaban ser impresionados por la esencia de los objetos que eran percibidos por los sentidos, y además suponía que, todos ellos, confluían en una parte del cerebro, una especie de sentido común que generaba el concepto lógico de un objeto a través de la integración de la información captada por los sentidos. Por su parte, los nervios motores eran más duros porque tenían que llevar la fuerza necesaria para mover los músculos con firmeza.

Además, para Galeno, el sentido común, la memoria y la razón residían en el cerebro mientras que las emociones y la personalidad se localizaban en el conjunto del cuerpo. Galeno aceptó la explicación clásica, y anterior a él, que presuponía a los nervios huecos, considerándolos una especie de tubos por donde viajaban los “espíritus animales” procedentes del cerebro para mover las distintas partes del cuerpo.

Espíritus animales y ventrículos

Edad Media

Durante la edad media, no se produjo ningún avance de importancia a los descubrimientos de la época clásica. Esta época se caracterizó por estar rodeada de interpretaciones religiosas y metafísicas, se deja de lado el trabajo experimental y se abandonan las mesas de disección. Se escriben muy pocos tratados médicos y cuando se realizan se limitan a parafrasear a Galeno.

La creencia en los espíritus animales se remonta a los médicos alejandrinos y se mantuvo hasta los experimentos de Swammerdam (Siglo XVII). Estos espíritus se originaban en la sustancia del cerebro pero se almacenaban en los ventrículos, o cavidades cerebrales, hasta que se necesitaban.

Los espíritus animales arrancan de la creencia de que la vida está asociada a un sutil vapor o pneuma relacionado con la respiración. El aire entra en los pulmones a través de la tráquea y se trasforma en pneuma vital. Luego este se mezcla con la sangre y, a través de las arterias, llega a la base del cerebro donde se trasforma en pneuma psíquico o espíritu animal, que es el responsable del correcto funcionamiento del cerebro.

Según Galeno, era la rete mirabile (red milagrosa) la que transformaba el pneuma vital en pneuma psíquico. La red milagrosa era una maraña de pequeños vasos sanguíneos entrelazados en forma de red. Pero fue un gran error de Galeno extrapolar esta red milagrosa encontrada en algunos animales a los seres humanos, ya que no existe en estos últimos. Sin embargo, la rete mirabile se convirtió en un elemento importante en los tiempos medievales.

Imagen 2. Rete mirabile: El punto de vista de Galeno sobre la circulación, el corazón y los grandes vasos sanguíneos. Fuente: Esquema extraído de Diéguez-Castrillo (2016)

Además, surge la creencia de la localización ventricular que se fundamentó en la certeza de que los ventrículos son la base de la vida mental y estableció la distinción de ventrículos específicos para diferentes funciones. Esta idea arraigó durante toda la Edad Media en Oriente y Occidente. Este error, junto con otros, se perpetuó ya que los facultativos se limitan a citar a Galeno en Occidente y Avicena en Oriente como autoridades indiscutibles durante el medievo y no diseccionaban personalmente los cadáveres, sino que recurrían a carniceros, verdugos o barberos.

Renacimiento

En esta época histórica se produce la búsqueda de nuevos conocimientos. Supuso un volver a nacer de las ciencias y del pensamiento humanista. En este contexto, aparece la figura de Leonardo da Vinci (1452-1519) que acepta la teoría ventricular surgida en la Edad Media. Con el objetivo de corroborar dicha teoría.

Leonardo da Vinci genera un modelo de cera de los ventrículos cerebrales (en animales) que permitió contemplar, por primera vez, su forma exacta en tres dimensiones. Además, Da Vinci realiza varias descripciones gráficas caracterizadas por un realismo innovador, sin embargo, el hecho de no publicar sus hallazgos, ocasionó que su influencia sobre el saber anatómico de la época pasara desapercibido.

Imagen 3. Cuadro “El Cirujano” o “La extracción de la piedra de la locura” del pintor Hemessen, Jan Sanders van. Fuente: Dominio público.  

Vesalio (1514-1564): Ruptura con la anatomía galénica.

Vesalio (1514-1564) publica su monumental obra denominada De humani corporis fabrica que supone un hito en la historia de la anatomía humana. Comprueba que la anatomía galénica presenta cuantiosos errores y le sorprende este hallazgo. Posteriormente, cae en la cuenta de que Galeno no había diseccionado nunca a un ser humano y esa revelación lo exculpa de sus errores. En consecuencia, prácticamente toda la anatomía humana quedaba por redescubrir y esta fue una de las principales motivaciones para continuar con su labor anatómica.

Son tiempos de grandes cambios en que se cuestionan creencias que habían perdurado durante siglos en el tiempo. Sin embargo, Vesalio continuó aceptando los antiguos espíritus animales como idea clave de la actividad mental.

Descartes (1596-1650): Espíritus animales en un sistema hidráulico.

Descartes no cuestiona los ancestrales espíritus animales pero pretende explicar su funcionamiento de acuerdo con el conocimiento tecnológico de la época (paradigma mecánico) y esto supone un gran paso hacia el abandono definitivo de la hipótesis del espíritu animal sobre la función nerviosa. Descartes se apoyó en los modelos mecánicos  para comprender la conducta y el funcionamiento mental. Consideraba que los animales, incluyendo a los seres humanos, eran autómatas; una especie de mecanismos de relojería naturales con la única diferencia de que estaban hechos de otros materiales (órganos y partes del cuerpo) y con maquinarias más complicadas. La única diferencia entre los animales y los seres humanos eran que, estos últimos, tenían alma.

Para Descartes, los espíritus animales también están encerrados en los ventrículos cerebrales pero ahora no actúan de forma misteriosa, sino que se guían por los principios mecánicos de la hidráulica a través de los nervios huecos. Estos espíritus ya no son fabricados en la rete mirabile de Galeno (inexistente en el ser humano) sino por la glándula pineal que Descartes sitúa erróneamente en el interior de uno de los ventrículos.

Imagen 4. Ilustración histórica sobre el dualismo cartesiano. Fuente: Dominio público.

Para Descartes, la mente (o alma) es algo con existencia propia, una entidad radicalmente distinta y separada del cuerpo pero que ambas deben estar íntimamente unidas. Descartes consideraba que la capacidad de razonar, el lenguaje y la mente o alma son rasgos necesarios y que nos diferencian de los animales.

Conclusión

En la actualidad, predomina el monismo básico que postula que la mente es una función del cerebro, y el cerebro es un órgano complejísimo constituido por los mismos elementos básicos que el resto de los órganos y elementos del universo. Así pues, la diferencia entre lo mental y lo no-mental estaría en la complejidad de la organización de los mismos átomos o partículas.

En contraposición, encontramos el dualismo cartesiano de Descartes, quien consideraba que lo único seguro es la propia mente, ya que a menudo la apariencia de las cosas son engañosas, nuestros sentidos no son fiables. Sin embargo, mis pensamientos pueden ser erróneos o acertados, pero son pensamientos, nadie me convencerá de que no existen, viven en mi mente y no necesitan ninguna demostración, su presencia es absolutamente obvia para mí. Por tanto, para comenzar a demostrar la existencia y naturaleza de las cosas hay que empezar por aquello que es completamente seguro y que no necesita demostración, mi propia mente, mi propio pensamiento “Pienso, luego existo”.

Artículo editado por Equipo de Microbacterium

Bibliografía

Castro, F. (2019) Historia de la neurociencia: desde la antigüedad hasta Cajal y la Escuela Neurológica Española. Digital CSIC

Diéguez-Castrillo, G. (2016) The carotid rete mirabile: its history and its function. Anales de la Real Academia Nacional de Farmacia, 82, 372-407.

Durdevic, K y Call, J. (2022). On the origins of mind: A comparative perspective. Annual Review of Developmental Psychology, 4, 63-87.

García-Rodríguez, S. (2022) On lethargics and phrenetics: Descartes on the diseases of the mind. Revista Anales del Seminario de Historia de la Filosofía, 39, 343-356.

Joan Vicent Sánchez Ortí

Joan Vicent Sánchez Ortí

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